¿Qué pasará con los más de ocho millones de vehículos sin etiqueta que circulan en España y sobre todo con los 4,1 millones que suelen hacerlo en Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), con Madrid, Andalucía y Cataluña concentrando el 52% de esa cifra? Y, sobre todo, ¿cómo afectará a la posventa en volumen negocio y en el número de talleres?

A estas preguntas ha dado respuesta Solera en su informe “La posventa sostenible”, presentado en Madrid el 1 de marzo durante la celebración del XXXII Congreso de Faconauto. La contestación la ofrece en forma de datos: la posventa perdería 568 millones de euros (el 4% de su facturación anual) si la mitad de ese parque sin etiqueta y en ZBE termina en el desguace. Y dar de baja a esos más de dos millones de coches implicaría también el cierre de 1.300 talleres.

El potencial de negocio para la posventa de los vehículos sin etiqueta es de 2.329 millones de euros, según Solera. En este hipotético pero realista escenario, que eliminaría de golpe la parte más antigua del parque, estarían afectados 1.334 talleres, sobre todo aquellos que trabajan con vehículos más viejos, explicó Martín Tejero, Key Account Manager de Solera.

La empresa señala que si bien las primeras restricciones de las Zonas de Bajas Emisiones afectan al parque sin etiqueta, es cuestión de tiempo que llegue a los siguientes distintivos ambientales, es decir, el B, y ya posteriormente al C. Con 13,5 años de media, el parque de España es de los más viejos de Europa. El 30% de los más de 29 millones de turismos y vehículos comerciales ligeros y medios que forma el parque español no dispone de distintivo medioambiental.

Los expertos de Solera explican que el problema va más allá, ya que a partir de los nueve años de antigüedad, los modelos con etiquetas B y C empiezan a ser una gran mayoría. De hecho, el 28,7% y el 36,5% son B y C, respectivamente, que son los que a largo plazo pueden verse afectados por nuevas normativas. Frente a estos porcentajes, los coches ECO y CERO, a pesar de ser los grandes beneficiados de las nuevas medidas administrativas, siguen teniendo un porcentaje residual, el 2,8% y el 0,6%, respectivamente.

José Luis Gata, Business Development Manager de Solera, apunta que “en España son mayoría los talleres pequeños, negocios que han podido alimentarse del envejecimiento del parque. Sin embargo, las ZBE, que en realidad son un “Plan Renove”, les afecta de lleno, ya que los vehículos que ahora reparan solo tienen tres destinos posibles y ninguno les favorece: mudarse al pueblo, acabar en el desguace o estar aparcados indefinidamente sin poder circular. La pregunta es, por tanto, ¿serán las ZBE también un Plan Renove de talleres?”.