"Prepararse para lo inesperado, evaluar y revisar cartera productos, gestionar costes y capacidades, y repercutir costes. Reestructurar para ganar rentabilidad y resiliencia, prescindiendo de partes de las empresas que no son core business y, en definitiva, ganar tamaño para competir". Son algunas de las recomendaciones para las empresas de la posventa que ofreció Begoña Cristeto, socia responsable de Automoción, Industria y Química en KPMG, durante su ponencia "Transformación del sector en un momento de incertidumbre", durante el XXXIII Congreso de Serca. Unas recomendaciones a las que añadió "apostar por la innovación con visión a largo plazo para posicionarse competitivamente en los nuevos modelos de negocio y gestionar y atraer talento", como pilares para afrontar los cambios del futuro.
¿Y cuáles son esos cambios? Muchos y muy variados, según pudo constatarse en su ponencia. "La automoción se está enfrentando a oportunidades y desafíos como nunca antes en su historia", avanzó Begoña Cristeto, para quien "la próxima década está programada para ver la innovación del modelo de negocio a escala global". Por este motivo, alertó de que "no ver nuevos modelos de negocio encerrarse con lo que venía haciendo toda la vida no es una opción, por lo que hay que prepararse para lo inesperado, saber todo sobre el cliente, no debes hacerlo solo y la velocidad es esencial".
Con más de 42.000 talleres y 3.200 recambistas, al margen de las fábricas de vehículos, el sector de la automoción se enfrenta a múltiples "fuerzas" que lo mueven. En primer lugar, la sostenibilidad que está transformando el sector hacia una economía descarbonizada y sostenible, como parte de la estrategia “European Green Deal”. Dicha estrategia, dijo, "implica una visión integral a lo largo de la cadena de valor", pero siempre teniendo presente que en 2035, el 100% de vehículos han de ser 100% eléctricos o de hidrógeno. "No habrá una única tecnología de propulsión. La tecnología de las baterías está en manos de China y Asia en general. Estamos abocados al vehículo eléctrico, que implica un menor coste de mantenimiento", apuntó la ponente. Por ello, sentenció que "la electrificación se presenta como el principal reto para la posventa".
Respecto a los cambios productivos, la responsable del segmento de automoción de KPMG aseguró que "no estamos en una época de cambios, sino ante un cambio de época. Une el mundo físico con el virtual, con ese uso de datos que producen productos más inteligentes. Esta revolución industrial, al margen de mejorar el proceso productivo, implica que los productos son más inteligentes y vienen nuevos modelos de negocio". Todo ello llevará al vehículo eléctrico, autónomo y conectado.
Por último, advirtió de que las nuevas formas de movilidad se encaminan a un modelo que va mucho más allá de la propiedad del vehículo. "El fabricante, que antes era el rey del mambo, ahora es uno más en la cadena de valor. Se está pasando de la industria de la automoción a la industria de movilidad, con nuevos modelos de negocio que incluyen alianzas insospechadas como que Mercedes y BMW compartan la misma plataforma. Microsoft trabaja con Mercedes, Seat trabaja con Iberdrola y telefónica, Ferrovial trabaja con Renault en su car sharing. Incluso la marca Oral B trabaja con Uber. La cooperación es importante en el nuevo ecosistema de movilidad. En España, el sector pasará de 210.000 millones de euros a más de 310.000 en 2040", afirmó.
¿Hay futuro? Sí, pero hay que prepararse, reorganizarse, reinventarse y posicionarse en los nuevos modelos de negocio. Eso que tan bien lo ha hecho la posventa durante los últimos tiempos, pero que supone un reto aún mayor en los próximos años.
