La compañía automovilística Mazda ha llamado a revisión a los coches del modelo RX8 fabricados entre el 28 de julio de 2003 y el 8 de febrero de 2008 por problemas en los anillos del tanque de combustible, los cuales podrían provocar un incendio o un accidente de tráfico.

La empresa explica que los anillos roscados de resina plástica de fijación de las unidades aforadas situadas en la parte superior del tanque de combustible pueden deteriorarse debido al calor del tubo de escape y a un aislamiento térmico insuficiente.

Si el uso es continuado, en el peor de los casos, el anillo roscado puede llegar a fragmentarse pudiendo propiciar una fuga de combustible, lo cual incrementaría el riesgo de incendio.

Por este motivo, la enseña ha comunicado a la agencia Aecosan que contactará con los dueños de los vehículos afectados con el fin de sustituir los mencionados anillos por unos nuevos y aplicar aislante térmico.

Otro de los problemas que ha detectado la firma japonesa en este mismo modelo, en unidades fabricadas en las mismas fechas indicadas anteriormente, es el tubo suministro de combustible, el cual podría provocar un incendio o un accidente de tráfico.

El tubo de resina de plástico de suministro de combustible de la parte superior de la unidad de la bomba principal (izquierda) podría deteriorarse debido al calor del tubo de escape y a un aislamiento térmico insuficiente. Así, el tubo puede llegar a fragmentarse pudiendo propiciar una fuga de combustible.

Al igual que con el anterior caso, Mazda ha señalado que se pondrá en contacto con los dueños de los coches afectados para sustituir la unidad de la bomba de combustible principal del tanque de combustible mediante un kit de reparación de la unidad bomba/filtro.

Por último, la enseña ha detectado también problemas con la rótula suspensión delantera en el modelo RX8 fabricado entre el 28 de julio de 2003 y el 7 de mayo de 2004.

Es posible, indica el fabricante, que la rótula del trapecio inferior de la suspensión delantera pueda fisurarse por un proceso inadecuado de fabricación del trapecio de aluminio. En tal caso, el alojamiento de la rótula en el trapecio de aluminio podría llegar a romperse debido a los esfuerzos durante la conducción, separándose la rótula del trapecio, causando pérdida del control de la dirección e impidiendo la conducción.

Por ello, el fabricante ha notificado que también contactará con los propietarios de estas unidades para sustituir los brazos inferiores de la suspensión delantera por unos modificados.