Tras la entrada en vigor de la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible en Madrid, el pasado 22 de septiembre, los servicios de auxilio en carretera, que deberían considerarse como esenciales, quedan sometidos al mismo régimen que el resto de vehículos. Esto significa que, no solo grúas, coches y motos taller no podrán llevar a cabo actuaciones en el centro de la capital, sino que tampoco podrán entrar a las zonas restringidas para llevar vehículos a los talleres. Una dificultad añadida para los reparadores, para lo que Asetra sigue buscando soluciones ante el impacto que pueda ocasionar a los talleres.

El RACE lamenta esta decisión, tras haber defendido que los vehículos de auxilio en vía pública (grúas, coches y motos taller) no se vieran sometidos a restricciones de acceso a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y a las Zonas de Bajas Emisiones de Especial Protección (ZBEDEP), dado el carácter esencial que comportan este tipo de servicios. En este sentido, propuso al Ayuntamiento distintas alternativas que, en última instancia, tenían como objetivo facilitar la prestación de los servicios de auxilio en vía pública a todos aquellos conductores que lo necesitasen, al igual que se reconocen tratamientos singulares para otros colectivos que prestan servicios en las ZBEDEP, como transportistas, taxis, VTC, etcétera.

El texto final aprobado por el consistorio somete a los vehículos de asistencia al mismo régimen que al resto y, por tanto, a expensas de su etiqueta medioambiental, lo que, a juicio del RACE, sitúa a la movilidad como un problema de salud pública, lo que habilita a tomar decisiones más drásticas en perjuicio, sobre todo, del no residente, estableciendo restricciones excesivamente severas a la movilidad del vehículo particular.

Pensando en todos

El RACE, que no se opone a medidas que mejoren la salud de los ciudadanos, lamenta, sin embargo, que la Ordenanza no haya tenido en cuenta muchas de sus consideraciones y critica que no se haya llevado a cabo de manera más planificada y justa, pensando en todos los ciudadanos y en todos los usuarios de la vía, incluyendo aquellos servicios, como el auxilio en vía pública, que son de carácter esencial. Aun así, el RACE continuará trabajando para que el consistorio madrileño muestre mayor sensibilidad con los automovilistas.

Desde el inicio de su tramitación, el RACE, como interlocutor entre la administración municipal, los conductores y otros afectados por la norma, ha mantenido contactos con el Ayuntamiento de Madrid y con los distintos grupos municipales, para que no se restringiese innecesariamente la movilidad, apelando a un desarrollo normativo más acorde al tipo de desplazamientos y servicios que requiere una ciudad que acoge a cientos de miles de trabajadores a diario, muchos de los cuales proceden de zonas de difícil acceso al transporte público.