Neumáticos | Open alerta del peligro de usar equipamientos de diagnosis ilegales

Saber si es un distribuidor autorizado y dudar de los precios bajos son algunos de los consejos de la asociación.

El uso de equipos de diagnosis falsificados provoca un daño significativo a la imagen del sector
El uso de equipos de diagnosis falsificados provoca un daño significativo a la imagen del sector

Ante la proliferación de equipos de diagnosis ilegales, Open, en colaboración con Capa, recuerda a sus miembros los peligros que conllevan a los profesionales del sector la utilización de estos dispositivos en los talleres.

A raíz de la entrada en vigor de la última reforma del Código Penal, el uso de software ilegal implica un delito contra la propiedad industrial e intelectual, y es castigado con penas de prisión de hasta cuatro años para el delito básico, pudiendo llegar hasta seis si se dan circunstancias agravantes.

De esta forma, los establecimientos que usen equipos de hardware y software falsificados serán castigados por la explotación económica que supone, en parte o por completo, de una obra intelectual con el ánimo de obtener un beneficio económico directo o indirecto.

La organización señala algunos aspectos para reconocer que el producto empleado en el taller es legal. Así, en primer lugar, es necesario saber quién vende el producto y conocer si es un distribuidor autorizado.

Asimismo, los profesionales deben buscar información sobre el dispositivo y sus características, dudando de los precios bajos en comparación con el resto de ofertas del mismo producto.

Por otro lado, Open señala que el uso de equipamiento original comporta una serie de ventajas, tales como la ayuda al desarrollo, innovación y mejora del producto, ya que el uso de copias ilegales, merma la actividad de las empresas que fabrican estos equipos.

Además, esto provocaría disponer únicamente de la información de los fabricantes de vehículos, lo que perjudicaría a los talleres independientes, explican desde Open, que añade que con el uso de equipos legales, los profesionales pueden exigir un nivel de calidad al fabricante de los mismos, evitando daños o riesgos para el consumidor.

La organización subraya que el taller es responsable ante la ley del uso y/o distribución de estos equipos ilegales y cualquiera que sea su beneficio económico, el administrador del centro responderá por cometer un delito contra la propiedad intelectual y/o industrial.

Por último, la asociación recuerda que el uso de equipos de diagnosis falsificados provoca un daño significativo a la imagen del sector “ya mermado por la gran cantidad de talleres ilegales que existen”.

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