Limitar una moto para que cumpla con los requisitos del permiso A2 es algo que se hace muy a menudo, sobre todo en los casos de quienes quieren disfrutar de su moto favorita aunque todavía no puedan conducir su cilindrada. Una manera de familiarizarse con ella hasta que se puede tener el permiso superior que, aunque sencilla, requiere entender ciertas bases para no caer en errores. Porque, ¿qué dice la normativa sobre limitar una moto para el A2, qué se puede hacer, qué no se puede hacer? Todas esas son cuestiones que hay que abordar para no llevarse sorpresas con tráfico o la ITV.
Bien es cierto que, antes de nada, influye mucho el modelo que se escoja. Hay muchísimos tipos diferentes de motos en el mercado que han sido diseñadas además para conductores con el carnet A2. Optar por las motos permiso A2 es la forma más sencilla de poder circular; pero, si se desea ir un paso más allá, entonces ya hay que adentrarse en kits limitadores o incluso reprogramaciones. Y eso exige que sigas leyendo para entender bien todo lo que dicen la normativa y requisitos técnicos en España para poder circular.
Normativa y requisistos técnicos para el permiso A2
Para que una moto sea apta para el permiso A2, debe cumplir una serie de condiciones muy claras: la potencia máxima no puede superar nunca los 47 CV (35 kW) y el modelo original nunca puede derivar de uno cuya potencia supere los 95 CV.
Luego hay que tener en cuenta la relación peso/potencia, algo que influye también en los kits. No todos los kits limitadores son válidos para todas las motocicletas, así que, antes de plantearte hacer limitación alguna, es recomendable que cosultes al fabricante o eches un vistazo a la documentación técnica del modelo en cuestión para confirmar que cumple con las cifras correctas.
Esto se debe seguir a rajatabla. De lo contrario, puedes enfrentarte a fuertes sanciones económicas, o a sorpresas un tanto desagradables a la hora de intentar pasar la ITV.
Tipos de limitación, ¿cómo se hacen?
Existen varias maneras de limitar una moto. Las más habituales son la reprogramación electrónica de la ECU, el montaje de restrictor mecánico o la instalación de un kit de limitación homologado por el fabricante.
La reprogramación actúa directamente sobre el motor, cambiando cómo gestiona el combustible para reducir la potencia máxima que alcanza. Por su parte, los limitadores mecánicos afectan a la admisión de aire o al suministro de combustible para poder limitar el rendimiento.
Cualquiera de estos sistemas debe aplicarse siempre con las piezas y software que hayan sido homologados por el fabricante de la moto en cuestión, y además deben instalarse solo en talleres autorizados, de lo contrario no serán válidos. De hecho, tras la instalación, el taller emite un certificado con el que se puede actualizar la ficha técnica de la moto en la ITV, dejando así constancia de que su potencia se ha limitado.
Modelos y algunas recomendaciones prácticas
Algunos modelos del mercado ya cuentan con versiones aptas para usuarios con el carnet A2. Si lo tuyo es la conducción urbana y relajada, un buen ejemplo de moto apta para A2 es la Kawasaki Eliminator 500, que tiene un buen equilibrio entre estilo, accesibilidad y potencia perfecto para conductores con dicho permiso.
En caso de que ya tengas una moto y no esté limitada, deberás consultar con tu concesionario o con un equipo técnico oficial para saber cuál es el kit homologado adecuado para dicho modelo, y además tendrás que pedir un certificado de montaje antes de ir a la ITV, como hemos mencionado anteriormente.
Luego, antes de aplicar las limitaciones, debes consultar la potencia original, solicitar presupuestos para el montaje y el kit limitador y, por supuesto, informarte de cómo puede afectar a la garantía de la moto. Una vez se hayan hecho las limitaciones, comprueba que tu póliza de seguro esté actualizada en base a la potencia de la moto y lo recomendable, también, es que hagas algunas rutas de prueba para familiarizarte con el motor.
No olvides que las limitaciones luego se pueden eliminar para que la moto circule con su potencia original, pero cualquier cambio que se haga debe quedar registrado oficialmente para evitar problemas legales. Tampoco puedes olvidar que la seguridad al conducir es crucial. Una moto limitada puede servir para aprender y ganar experiencia como conductor; pero eso no implica que dejes de hacer una buena inversión en sistemas de prevención y protección.
Independientemente de la potencia que acabe teniendo tu motocicleta, recuerda lo primordial: viaja seguro en moto. Para ello, nada como repasar las nociones sobre circulación, cualquier posible actualización de la normativa que haya hecho la DGT y, por supuesto, el equipamiento como casco, guantes, trajes y pantalones de seguridad para maximizar la protección en caso de accidente. A partir de aquí, el resto es simple: conducir tu moto A2 y disfrutar.