El número de matriculaciones de vehículos de renting no ha parado de crecer en los últimos años. Es cierto que también ha acusado los efectos de la crisis, pero en menor medida que el sector de automóvil en general. Este aumento de la demanda responde, en parte, a que cada vez son más los particulares que acuden al renting, atraídos por las ventajas que supone, entre ellas, el ahorro en impuestos, seguro y mantenimiento.
El mantenimiento, decisivo para decantarse por el renting
Uno de los mayores gastos a los que se enfrentan los propietarios de vehículos de cualquier tipo es el mantenimiento. Incluso en los primeros años, el costo puede superar los 300 € anuales en el mejor de los casos. Y ese gasto, evidentemente, se va elevando conforme pasa el tiempo: revisiones de rutina, cambios de neumáticos y filtros, sustitución de piezas desgastadas, etc. Es una suma y sigue.
Uno de los aspectos que a ojos de los usuarios resulta más atractivo es, precisamente, que empresas de renting de coches como VAMOS ahorran ese desembolso. Y, lo que hasta hace no mucho era valorado solo por compañías que necesitan vehículos de empresa, hoy en día también ha llamado la atención de muchos particulares, que prefieren este tipo de alquiler a largo plazo antes que una compra sujeta a financiación.
Un “todo incluido”
Al optar por vehículos de renting, el mantenimiento, en el más amplio sentido de la palabra, queda cubierto durante el tiempo que dure el contrato. En primer lugar, se incluyen todas las revisiones recomendadas en el libro del vehículo. De hecho, ni siquiera es necesario estar pendiente, ya que el proveedor se encarga de avisar antes de que llegue el momento de que haya que pasar la revisión oficial.
Si antes de ese momento fuera necesario acudir al taller por cualquier motivo, no hay problema, ya que esas visitas también se incluyen en el mantenimiento que cubren las empresas de renting. Esas revisiones o trabajos de mantenimiento se realizan en talleres oficiales o autorizados por las marcas. El usuario siempre tiene las máximas garantías.
Y, dando un paso más, los aspectos concretos que incluyen las compañías de renting en ese mantenimiento van más allá de una simple revisión, también se incluye la sustitución de aquellos elementos y líquidos imprescindibles para el correcto funcionamiento del vehículo: aceite, líquido refrigerante, filtros del aire, fusibles, bombillas, etc.
Faltaría mencionar uno de los elementos que más importancia tiene en la seguridad de cualquier vehículo: los neumáticos. Su sustitución suele implicar un gasto elevado e ineludible. Si el desgaste o deterioro de las ruedas se debe al uso habitual o al paso del tiempo, y no a un descuido, las empresas de renting también suelen incluirlo dentro del mantenimiento.
Todo lo anterior está dentro de la cuota que el usuario paga por el vehículo y durante todo el periodo de vigencia del contrato. Para las empresas que necesitan disponer de una flota de vehículos para realizar su actividad, no asumir los gastos que supone mantenerlos en perfecto estado implica un ahorro importante al cabo del año.
Pero incluso a nivel particular, sumando el coste de las revisiones obligatorias y cambios mínimos imprescindibles para garantizar la seguridad y el funcionamiento del coche, la cantidad que se puede ahorrar en pocos años es importante.
Ventajas más allá del mantenimiento
Que la demanda de vehículos de renting se haya disparado no se debe solo a que la cuota incluye el mantenimiento. A ello hay que sumar que el usuario tampoco tendrá que hacer frente a los impuestos aparejados a la compra y propiedad del vehículo, ni al seguro o la ITV, si hubiera que pasarla en algún momento. Y todo ello por la misma cuota que se paga por la financiación de la adquisición de un vehículo, a veces incluso menos.
Por otra parte, en el caso de autónomos y empresas, el renting ofrece beneficios fiscales interesantes. Cuando el vehículo se destina única y exclusivamente a la actividad profesional, es posible la exención del 100% del IVA, así como desgravar la cuota íntegra en la declaración de IRPF o en el Impuesto de Sociedades.
Y una última ventaja, más práctica que económica de optar por el renting, es que las empresas del sector son conscientes de las diferentes necesidades y gustos de sus potenciales clientes. Por esta razón, ofrecen desde los utilitarios más pequeños para moverse por la ciudad, hasta híbridos, coches deportivos o de alta gama, familiares o vehículos para transporte de mercancías, como son furgonetas de diferente capacidad.
En resumen, poder olvidarse del mantenimiento y del gasto inevitable que conlleva es uno de los grandes atractivos que hace que cada vez más empresas, autónomos y particulares se decanten por el renting antes que por la compra. Pero es solo una de las ventajas del renting de vehículos.
