Continental ha desarrollado un volante que atiende mediante una serie de patrones gestuales. De momento, es capaz de identificar cuatro gestos diferentes que permiten controlar la navegación, aplicaciones y música, contestar llamadas y utilizar el ordenador de a bordo.

Este volante hace posible que las manos se mantengan en su posición más segura, es decir, pegadas al propio volante, e incluye unas zonas de detección a las que pueden dirigirse los gestos del conductor. Dichas zonas son dos paneles de plástico transparente con componentes electrónicos que pueden leer los gestos efectuados con los pulgares.

Según indica la marca alemana, su volante está preparado para entender los gestos pequeños, los que pueden realizarse con un sólo dedo y de forma muy intuitiva, en cualquier zona provista de captadores. La idea es que no sea necesario desviar la vista de la carretera ni soltar ninguna mano del volante.

Para Ralf Lenninger, director de estrategia de la compañía, “hay gestos intuitivos para el conductor que están estrechamente basados en los sistemas operativos de los smartphone y otros dispositivos inteligentes".