El cierre centralizado es un sistema electrónico de seguridad del vehículo que permite el bloqueo y desbloqueo de las puertas del automóvil de forma automática, cuando se supera cierta velocidad o cuando se produce un choque, por ejemplo.
Este dispositivo se basa en motores eléctricos dirigidos por un detector infrarrojo que recibe la señal desde varios posibles emisores (mando a distancia, botón en el interior del habitáculo o el propio sistema de seguridad del coche), según explica Loctite en un post que publica en su blog.
Entre las averías más usuales se encuentra el desacople entre el motor y la varilla de cierre en alguna puerta, un problema mecánico en el que el cierre centralizado no funciona, pero el motor actúa. En este caso, solo debe desmontarse el panel interior de la puerta y acoplar el motor y la varilla de cierre.
Cuando la avería afecta al cableado del sistema eléctrico, el cierre de las puertas no funciona igual en todas debido a que el motor no actúa. Para arreglarlo hay que revisar tanto el sistema central como la instalación del cableado en los paneles de puerta.
Si el problema es un fusible averiado (los síntomas son los mismos que en el fallo del cableado) solo hay que sustituirlo.
En el caso de que la centralita de carrocería o de confort (unidad de gestión de los sistemas electrónicos de confort del vehículo) esté afectada, debe utilizarse una máquina de diagnosis que establezca el foco del fallo. En esta situación, es recomendable arreglar cuanto antes el problema para que no se produzcan consecuencias en otros sistemas electrónicos.
Por otro lado, se puede dar la circunstancia de que tras comprobar todas las posibles causas no se encuentre el origen. En tal caso, se recomienda el reseteo del sistema de cierre centralizado, para lo cual hay que seguir las instrucciones del fabricante y desconectar la batería 15 o 20 minutos antes, lo que puede provocar la desconfiguración de algunos sistemas y que haya que volver a configurarlos después.
Asimismo, el artículo recuerda que el problema puede provenir de que las pilas del mando a distancia estén agotadas o de inhibidores de frecuencia cercanos (situación menos común, ya que estos aparatos están prohibidos).
