Comienza Piñeiro diciendo que se trata de un sistema muy dirigido a evitar las emisiones de CO2 y a ahorrar combustible y que se centrará en los sistemas Start&Stop operados por motor de arranque reforzado. Tras señalar los tres tipos de hibridación existente: Full Hybrid, Mild Hybrid y microhíbridos, señala que estos últimos son los que emplean el sistema reforzado y comentan que hay dos métodos: la instalación de un motor de arranque reforzado en lugar de uno tradicional y, dos, el alterno-arranque, que es una solución de arranque por correa.

Para un correcto funcionamiento, los sistemas de arranque reforzado utilizan los sensores del motor y algunos componentes adicionales, como el estabilizador de tensión, que mantiene activos los elementos de confort del coche (climatizador, calefacción, sistema de infoentretenimiento, etcétera) durante la fase de parada y puede reiniciar el motor si nota una elevada demanda de energía. Los sensores del motor, por su parte, controlan informaciones sobre temperatura, reciclaje de los gases de escape y otros y solicitan la puesta en marcha del motor en caso necesario.

Batería específica

Los sistemas de Start&Stop precisan de una batería específica, que ofrece un aumento de los ciclos de trabajo y un Spy Batt para verificar la carga de la batería. Igualmente, la caja de cambios también está implicada en el sistema y la transmisión debe comunicar su posición para no arrancar con una velocidad engranada.

Durante la fase de parada, la unidad de control del motor comprueba que se dan los requisitos para la parada y si alguno falla, se desactiva el Start&Stop. La batería debe soportar gran cantidad de arranque y siempre debe utilizarse la recomendada por el fabricante. El uso de una batería específica se complementa con el empleo de un dispositivo adaptado, el sensor de control de la batería o Spy Batt, que se encarga de medir la tensión y la temperatura. Estos datos informan del estado de carga, del estado de la batería y también del estado de las funciones: si hay suficiente energía en la batería para que el motor se apague y puede reiniciarse automáticamente. Además, el tensor puede ayudar a eliminar el riego de avería, debido a una batería débil.

La arquitectura eléctrica debe adaptarse al Start&Stop para mantener el confort, la alimentación eléctrica del arranque y la alimentación continua de la unidad de control para que funcione correctamente.

Dos generaciones

Actualmente, existen dos generaciones de Start&Stop reforzados. La primera utiliza una arquitectura eléctrica idéntica a los vehículos estándar, si bien añade un convertidor de corriente, que se utiliza como batería auxiliar y evita la desconexión de los sistemas de confort durante la parada. Entra en juego en la fase de arranque, aportando energía a la unidad de control.

En los de segunda generación, la batería se encarga, en la fase de parada, de alimentar la red eléctrica y las unidades de control. Mediante un sistema estabilizador permite un funcionamiento eficaz con bajo consumo de energía. Cuando el conductor pisa el embrague, la batería se encarga de suministrar corriente al motor de arranque reforzado para la puesta en marcha y el estabilizador suministra corriente solo a la unidad de control del vehículo a través de una red exclusiva, para mantener los valores guardados de los sensores de cada motor y proporcionar un arranque rápido.

Recomendaciones

Como recomendaciones, para operar en el sistema no se requiere ninguna herramienta u operación específica. Sí es cierto que, al reiniciar el vehículo, es recomendable conectar una herramienta de diagnóstico para verificar cualquier código de fallo, ya que si hay alguno memorizado en los sensores puede desactivarse la función Start-Stop. Además, al sustituirse la batería debe respetarse, como se dijo anteriormente, la recomendada por el fabricante.