Electromecánica | Cuál es la segunda vida de las baterías de los coches eléctricos

Ante el creciente número de este tipo de vehículos, los fabricantes estudian alternativas para estos dispositivos.

Se prevé que en 2018 un total de 55.000 baterías sean retiradas
Se prevé que en 2018 un total de 55.000 baterías sean retiradas

Las baterías de los vehículos eléctricos al final de sus siete años de vida útil deben ser gestionadas y recicladas de acuerdo con el protocolo establecido para ello. Se prevé que en 2018 un total de 55.000 sean retiradas. Pero esta cifra se irá multiplicando en los próximos años y llegará a los 3,4 millones de unidades en 2025, según publica High Motor.

Este situación ha provocado que los fabricantes de automóviles ya empiecen a pensar cómo reciclar estos dispositivos, tal y como explica Johan Stjernberg, director ejecutivo de Box of Energy AB, compañía sueca proveedora de Porsche y Volvo Cars.

En países como China, donde se vende la mitad de los vehículos eléctricos del mundo, las autoridades ya han elaborado una normativa que entrará en vigor el próximo mes de agosto. Con ella, los fabricantes de automóviles serán los responsables de las baterías obsoletas y estas no podrán ser abandonadas o depositadas en los vertederos.

Ante esta perspectiva, algunos organismos apuntan que para 2030 se multiplicará por 25 el volumen actual de baterías en el mercado. Y, en 2040, más de la mitad de las ventas de automóviles nuevos serán modelos eléctricos impulsados a partir de la electricidad acumulada en sus baterías.

Atendiendo a estas cifras, algunos expertos del sector creen que tras siete años de vida, las baterías, convenientemente adaptadas, pueden seguir almacenando y entregando electricidad otros siete años más, ofreciendo así oportunidades tanto a fabricantes de automóviles como a os proveedores de electricidad y otros servicios derivados.

Así, General Motors, BMW, Toyota, BYD y Renault-Nissan, entre otros, ya trabajan con proveedores de sistemas de almacenamiento de energías renovables para el desarrollo conjunto de un mercado de accesorios que faciliten el uso de las baterías en una posible segunda vida de las mismas.

“La lógica detrás de todo esto es la llamada economía circular, gracias a la cual la batería proveniente del vehículo eléctrico se convertirá cada vez más en un importante componente dentro del mundo de la energía”, indica Cecile Sobole, gerente del programa para el negocio de los vehículos eléctricos en Renault.

Sin embargo, algunos fabricantes como Tesla optan por recuperar las materias primas utilizadas para producir las baterías, ya que no ven adecuado prolongar el uso de sus baterías tras diez años de uso.

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