El radiador es uno de los elementos del sistema de refrigeración y tiene como función evitar el sobrecalentamiento del motor. Su cometido es enfriar el líquido refrigerante o anticongelante gracias al aire que circula entre las superficies metálicas que conforman la estructura del radiador.

El radiador recibe el líquido refrigerante caliente que llega desde el motor. que entra en el radiador y circula a través de sus tubos fabricados de metal (aluminio, cobre…). Suele estar montado en la parte frontal del vehículo; así, el aire circula a través de su estructura y reduce la temperatura del líquido anticongelante, enviándolo ya frío de vuelta al bloque motor.

AVERÍAS MÁS FRECUENTES

Si el radiador no funciona correctamente, el motor del vehículo puede sufrir averías graves. Un ejemplo es el daño a la junta de culata provocado por el sobrecalentamiento, “una avería grave y además costosa de reparar”, explican desde Krafft. Por ello, la marca resalta que es “extremadamente importante ponerle remedio, cuanto antes, a cualquier fuga o fisura que identifiquemos en el radiador”. Las fugas son fácilmente detectables gracias al color llamativo (verde, fucsia, amarillo) del líquido refrigerante o anticongelante.

Krafft apunta que una manera fácil para solucionar de manera temporal y urgente una fuga pequeña es utilizando un aditivo tapa fugas para el sistema de refrigeración. Este tipo de productos son una solución temporal y de emergencia que puede ayudar a taponar la fuga hasta poder llevar el vehículo al taller para su reparación.

Este tipo de aditivos son también un buen producto para mantener en buen estado el sistema de refrigeración y evitar este tipo de avería, ya que protegen el circuito, impidiendo la formación de óxido, corrosión e incrustaciones.