Electromecánica | Ventajas y modo de actuación de la transmisión CVT

Es más simple que la transmisión automática, lo que facilita su reparación.

Cómo funciona la caja de cambios CVT
Cómo funciona la caja de cambios CVT

La transmisión CVT (variable continua) puede definirse como un tipo de transmisión semiautomática que puede modificar la relación de cambio a cualquier valor, dentro de sus límites y según las necesidades de la marcha. Iberisa ha elaborado un post en su blog en que la define y establece sus ventajas e inconvenientes respecto a la transmisión automática.

Como principal ventaja de la transmisión CVT, el post señala su simplicidad. Así, destaca que la transmisión automática contiene miles de piezas, que se ensamblan con precisión y operan con tolerancias muy ajustadas entre sí, lo que aumenta los costes de fabricación y encarece la reparación. En cuanto a la CVT, tiene muchas menos piezas, lo que facilita su fabricación y reparación y repercute positivamente en el precio final para el conductor.

En cuanto a su principal inconveniente, señala el ruido del motor, ya que necesita acelerar algo más hasta que la transmisión se calienta. No obstante, esta cuestión está mejorando gracias los avances tecnológicos.

Un poco de Historia

El post señala que la transmisión CVT se ha utilizado durante mucho tiempo en prensas de perforación y otros equipos industriales y su primer diseño fue de Leonardo da Vinci en el siglo XV. Mucho después comenzó a utilizarse en vehículos como carretillas elevadoras, mientras que en la actualidad es cada vez más habitual en los coches.

Cómo funciona la transmisión CVT

Para explicar su funcionamiento, el post lo compara con el cambio de marcha de una bicicleta: “la cadena se mueve de un piñón más grande a uno más pequeño a medida que el ciclista cambia de marcha y quiere ir más rápido, y los piñones más pequeños cambian la relación de engranaje efectiva”.

El sistema está formado por dos poleas en forma de cono, con una correa de transmisión de acero entre ellas. Cada una de ellas está compuesta en realidad por dos poleas enfrentadas, con sus conos en un ángulo de 20 grados. De acuerdo con la velocidad y la carga del motor, los pares de poleas se acercan o alejan entre sí sobre sus ejes, obligando a la correa a subir o bajar en la ranura. Los pares de poleas se pueden mover por presión hidráulica, tensión del resorte o fuerza centrífuga.

Una variante es la transmisión CVT toroidal, en la que dos conos se enfrentan entre sí y dos rodillos se desplazan entre los conos en ángulo recto, haciendo contacto con los dos. Los rodillos se pueden mover a lo largo de las caras de cada cono, lo que hace que uno u otro gire más rápido. Cuando los rodillos están en ángulo recto con respecto a los conos, estos giran en una proporción de casi 1:1 entre sí.

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