Potencia y ahorro son los principales requisitos exigidos en las especificaciones de los motores modernos, teniendo en cuenta que cada vez más se exige una mayor reducción de las emisiones y el consumo de los vehículos.

En un motor turbo moderno, señala Bosch, los sistemas de inyección inteligentes pueden llegar hasta los 250 bares. Debido a esas mayores presiones de trabajo, también crecen las necesidades de tensión de encendido.

La firma apunta que sus bujías de alto rendimiento garantizan el encendido y la inflamación de la mezcla aire-combustible en todos los puntos de funcionamiento.

Asimismo, señala que, en condiciones difíciles de motor, los electrodos deben ser especialmente estables, ya que tienen que soportar elevadas tasas de recirculación de gases de escape y grandes cargas térmicas y eléctricas. Gracias al desarrollo de los materiales cerámicos y a su diseño, estas bujías resisten “las máximas tensiones eléctricas, térmicas y mecánicas”, indica la empresa.

Además, la compañía explica que la resistencia del aislador se ha mejorado mediante el incremento del grosor de su pared, proporcionando un aislamiento dieléctrico de más de 45.000 voltios.

Gracias al procedimiento de soldadura láser de onda continua, el electrodo central se estabiliza contra la formación de grietas y, por tanto, resiste elevadas presiones en la cámara de combustión, permitiendo incrementar significativamente la vida útil de las bujías, subraya la enseña.

Para la fabricación del electrodo central de estas bujías también se ha utilizado un nuevo material: la aleación de níquel Alloy 602, con más proporción de cromo que las aleaciones de níquel estándar, cuya principal ventaja es la resistencia frente a la corrosión a alta temperatura, que contribuye a alargar su vida útil.

Bosch recuerda que ofrece la calidad del equipamiento original también en el mercado de recambios, “trasladando directamente las tendencias más actuales desde el equipamiento original hasta el distribuidor y el taller”.