Para que un taller de carrocería sea rentable, es importante que todas las piezas del puzle encajen y funcionen como si del engranaje de un reloj se tratase. En PPG han identificado los principales problemas que puede tener un taller en el día a día y nos ofrece en un post de su blog las claves para mejorar la productividad y poder estar preparado ante algunos imprevistos.

Maquinarias que fallan a causa de un mal mantenimiento, recambios que no llegan a tiempo y retrasan los tiempos de entrega, etc. Son algunos de las incidencias que pueden surgir en un taller de chapa y pintura.

Los profesionales de PPG han agrupado estos “imprevistos” en tres grandes grupos que se resumen en incidencias de gestión, producción y con el personal. Una buena organización del taller puede evitar que se sigan sucediendo y no lleguen a perjudicar a la productividad y rentabilidad del negocio.

Las incidencias en la gestión pueden solucionarse con una planificación eficaz que permita evitar los cuellos de botella, la falta de recambios, entre otros. El responsable del taller tendrá que organizar su agenda de modo que los trabajos queden asignados y la recepción y control de los materiales de reparación esté controlado.

En lo relativo a la producción, se recomienda realizar evaluaciones más exhaustivas que eviten que los peritos tengan que abrir una incidencia después. Igualmente, es recomendable revisar el estado de las instalaciones para verificar su correcto funcionamiento de forma periódica.  Finalmente, las incidencias con el personal están relacionadas con la ineficiencia y la falta de productividad por parte del trabajador.

Los profesionales deben recibir una buena formación y contar con materiales y herramientas de calidad para llevar a cabo su trabajo en las mejores condiciones y evitar tener que repetir de nuevo algunas tareas. Además, es importante tomar en cuenta las medidas de seguridad a fin de evitar accidentes que terminen por afectar a la productividad.