La creación de un nuevo color para la carrocería de un coche conlleva la mezcla de una serie de colores y algún otro toque que lo convierta en una fórmula casi mágica que da ese tono característico a cada modelo.

Es el caso del Petrol Blue del Cupra Formentor (28 g de azul perla, 25,2 g de negro, 9,2 g de crystal silver, 1,5 g de blanco, 0,6 g de violeta y un poco de brillo y aluminio) que ha llevado al equipo de Color&Trim tres años de trabajo en un laboratorio, según explica Seat.

“Los colores son muy importantes para identificar el carácter de una marca. Cada color tiene su propia personalidad, expresa una actitud diferente, y los que hemos creado para el primer modelo de Cupra reflejan una personalidad auténtica”, comenta Francesca Sangalli, responsable de Color&Trim Concept&Strategy.

De esta forma, los diseñadores de I+D+i de las firmas de automóviles pretenden dar exclusividad a sus vehículos con toques transparentes, estilo naked, brillante, fosforito, entre otros. Crear una mezcla con un miligramo más o menos de blanco o introducir más o menos brillo hace que un color sea completamente diferente.

Así, mezclando tintas y materiales como aluminio o mica se consiguen acabados metalizados, perlados y mate que, en el caso de Formentor, son el Petrol Blue Matt, Magnetic Tech Matt y Graphene Grey.

El primero de ellos, explica Sangalli, es el color identificativo de Cupra y representa el “ADN deportivo y sofisticado de la marca”, con un acabado mate. Por su lado, el Magnetic Tech Matt contiene partículas metálicas que le dan una apariencia de aspereza. Por último, el Graphene Grey es una lámina, como una sola capa de átomos de carbono.

“El Cupra Formentor es un coche con muchos volúmenes y líneas de tensión. Esto hace que según cómo reciba la luz percibamos un color muy diferente. Son colores que están vivos”, afirma Jordi Font, responsable de desarrollo de Color&Trim.