Chapa y pintura | Cómo impedir que aparezcan rayas después de pintar el vehículo

Hay que cuidar factores como la secuencia de lijado o el tiempo de secado.

Las pinturas deben cumplir la normativa que limita la emisión de compuestos orgánicos volátiles
Evitar que aparezcan rayas es fácil si se siguen unos sencillos consejos

Cuando se ha dedicado tiempo y esfuerzo a pintar un vehículo, resulta desagradable observar que sobre su superficie recién pintada aparece alguna raya. Pero evitar que aparezcan rayas es sencillo si se siguen los consejos que ofrece Norton Saint-Gobain en su blog. Así podrás entregar el coche al cliente con un acabado impecable:

1. Eliminar la suciedad. Evidente: lo primero que hay que hacer antes de iniciar cualquier trabajo de pintura es limpiar el coche. De esta forma eliminarás cualquier partícula de suciedad. Si no lo haces, estas partículas, como piedras incrustadas en barro, se pueden adherir al abrasivo durante su uso. Esto hará que se raye la pieza y las rayas saldrán a la luz después de pintar el vehículo.

2. Elegir bien la máquina lijadora. El tamaño de la raya producida depende de la órbita utilizada en la máquina rotorbital. Por lo tanto, cuando se empieza el trabajo de reparación hay que utilizar una órbita más pequeña. Así, el acabado es más fino y la raya se ve menos. Aunque lo más normal es utilizar una órbita de 5 milímetros, puedes emplear para el lijado de parches de masilla una de 7 mm. Eso sí, para el lijado del aparejo es aconsejable usar una órbita de 5 mm.

3. Seguir la secuencia de lijado correcta. Nunca se debe hacer un salto de más de tres numeraciones entre granos en la secuencia de lijado. Además, para las lijas al agua y en seco, las numeraciones presentan diferentes poderes de corte aunque su numeración sea la misma. La secuencia de lijado correcta dependerá tanto de la pieza que se vaya a lijar como del revestimiento o pintura que se le aplique. En las fichas técnicas de los fabricantes siempre aparecen los pasos a seguir.

4. Comprobar el rebaje y afinado correcto de las rayas. Las rayas más hondas necesitan un lijado más persistente, por lo que aunque hayas seguido una secuencia correcta de lijado, puede que estas no se hayan rebajado correctamente. Una forma de comprobar el afinado de las rayas es tomar como referencia la rugosidad que muestra la superficie, de manera que cuanto menos honda sea la raya menos rugosa quedará la superficie, y viceversa.

5. Controlar los tiempos de secado. Asimismo, se han de respetar los tiempos de secado. Si no se hace, las rayas se harán más hondas de lo aconsejable, debido a que el efecto del grano sobre la pintura que se ha lijado se agranda, pudiendo las rayas rechupar más adelante. En cambio, si respetas estos tiempos, obtendrás la máxima resistencia y dureza superficial.

6. Lavar y secar el coche con productos específicos. Si se lava el vehículo tras finalizar el trabajo, hay que utilizar productos específicos y hacerlo con agua a presión. Además, es aconsejable emplear siempre trapos que no rayen, y nunca papel. La pintura no estará del todo curada y endurecida, por lo que es susceptible de que quede rayada.

7. Recordar que las prisas no son buenas. Las prisas pueden llevar a cometer errores. Aunque los plazos de realización de los trabajos sean ajustados, o precisamente por eso, es preferible no ir más rápido de lo debido, para no tener que repetir el trabajo realizado si no quieres ofrecer una mala experiencia al cliente. 

Cerrar

Inicia sesión con email

He olvidado mi contraseña