Chapa y pintura | Cómo preparar los fondos para aplicar barniz

Lijado, pulido y desengrasado son algunas de las tareas necesarias para lograr un acabado óptimo.

Con el pulimento, se elimina una pequeña capa de barniz o pintura.
Con el pulido, se eliminan restos de suciedad

A la hora de aplicar una laca o barniz, es fundamental que el soporte esté perfectamente preparado para obtener acabados óptimos. La preparación de fondos específica para aplicar el barniz se efectúa cuando se realizan difuminados del color dentro de una misma pieza o parches perdidos con la misma laca.

En primer lugar, cuando se realiza el difuminado del color dentro de la misma pieza, la zona en la que no se vaya a aplicar el color debe estar lijada, bien al agua con interfaz con grano mínimo P-1200 o con abrasivo tridimensional, bien en seco con grano mínimo P-600, aunque se aconseja lijar o afinar hasta P-800. De esta forma se evita que aparezcan rayas de lijado que, además, restarían brillo al barniz.

Cuando se realiza un parche perdido, además de estas opciones de lijado, se debe complementar la preparación del soporte con un pulido previo en la zona del difuminado que elimine restos de suciedad. De esta forma se evita que tras el pulido del difuminado aparezcan cercos. Posteriormente se lija con el abrasivo tridimensional más fino posible. 

En ambos casos, la preparación del soporte concluye con el desengrasado de la pieza. El blog Ruta 401 de Loctite Teroson, recomienda el uso de un limpiador como Teroson VR 20. Por último se realiza el soplado y se eliminan las motas de polvo residuales con un paño atrapapolvos. 

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