La polémica está servida. Si los talleres ya estaban cabreados con las aseguradoras, ahora sale Línea Directa acusándolos de haber triplicado el fraude a las compañías de seguros en tres años (2009-2012), sobre todo inflando precios y causando más daños a los vehículos. Esta información, publicada por Infotaller.tv, ha provocado de inmediato el enfado de nuestros lectores (ver noticia y comentarios).

En el informe (descargar aquí), la aseguradora afirma que “lo que más preocupa a las compañías de seguros no es la pequeña picaresca de los conductores, sino el fraude organizado a gran escala…, que precisa de la connivencia de determinados proveedores como talleres de reparación, peritos, médicos o abogados”. Entre los fraudes, Línea Directa recoge una tipología protagonizada por proveedores, en la cual cita casos como daños realizados por el taller sobre el vehículo o acuerdos entre peritos y reparadores. Concretamente, Línea Directa asegura que los profesionales de la reparación están detrás de dos de cada cien engaños a las aseguradoras.

¿El 2%? Estamos hablando de un porcentaje que, sin dejar de tener su importancia, me parece que no es nada destacable, teniendo en cuenta que el taller, junto con el perito, es una parte esencial en el proceso. Por supuesto que ese 2% del que hablan no es justificable, pero hay que recordar que, dando por válido que sea cierto que se haya triplicado el fraude por parte de los talleres, también se ha triplicado (y más que eso, diría yo) el abuso de las aseguradoras en su relación con los centros de reparación. Abaratar el precio/hora de las reparaciones, imponer determinadas marcas de recambios y pintura, presionar -y en ocasiones obligar- al conductor a acudir a determina

do taller, vulnerando con ello su derecho a elegir libremente dónde reparar su coche... ¿Sigo?

En su obsesión por ahorrarse costes, Línea Directa ofrece ahora a sus asegurados la posibilidad de enviar un perito a su domicilio e ingresarle al cliente el importe del coste de la reparación de los daños (sin IVA, ojo). Con ello, están quitando trabajo al taller, que difícilmente le puede ofrecer al usuario un presupuesto por ese importe, y fomentando indirectamente las reparaciones ilegales, precisamente cuando más daño están haciendo a los talleres legalmente establecidos. Puede que esto no sea fraude, pero sí una deslealtad hacia un colectivo al que deberían ver como un colaborador, no como un enemigo. Y me han comentado que Axa podría estar pensando en desarrollar esta misma práctica el próximo año.

Aseguradoras, ¿defensoras del cliente?

En todo el proceso de reparación de un vehículo en el que interviene un seguro, el taller es quien siempre ha velado más por el usuario, prisionero muchas veces de las claúsulas abusivas y las trabas de las aseguradoras a la hora de dar partes, que a veces son tan poco razonables que pueden llegar a incitar al fraude. Y para rematar Línea Directa afirma que los fraudes a las aseguradoras (entre los que se incluyen los de los talleres) le cuestan dinero a los asegurados, que tienen que pagar anualmente el 16% más en su póliza por culpa de los que defraudan.

Repito que no justifico que se defraude, pero precisamente las aseguradoras, que han endurecido más que nunca las condiciones tanto a talleres como a conductores, se erijan como defensoras de sus clientes y criminalicen al taller… Que se lo hagan mirar. Y que reflexionen también por qué en todos los foros y congresos del sector a los que asisto, mencionar a las aseguradoras (y muy especialmente a Línea Directa y Axa) es "mentar a la bicha".

Os invito, a los que no lo hayáis hecho, a leer mi post en el que contaba el conflicto de un taller con una aseguradora: Talleres presionados por las aseguradoras

Como siempre, espero y valoro vuestros comentarios. Seguro que tenéis mucho que aportar sobre este asunto (casos concretos en vuestro taller, puntos de vista, consejos a otros colegas…).