Hace nada que acabamos el mes de marzo y es inevitable recordar que, justo hace un año, se produjo una situación hasta entonces inimaginable.

Estábamos ante una pandemia. Un término que nos parecía alejado en el tiempo, y también en el espacio, creyendo que solo podía suceder a miles de kilómetros de nosotros.

Un año después, nos aferramos a palabras como “normalidad”, “nueva normalidad”, “post-covid”, ”inmunidad”, “vacunación”, etc.

Pero, ¿cuándo volverá a ser todo como antes?

En mi opinión, nada volverá a ser como antes. Podemos intentar sobreponernos, como hemos hecho otras veces a lo largo de la historia, pero nunca podremos borrar el recuerdo y dolor sufrido en aquellos días de angustia e incertidumbre.

A nivel personal, no me atrevo a plantear si saldremos reforzados, o si seremos mejores seres humanos. Lo que sí tengo claro es que nos dirigimos a un nuevo escenario que marcará cómo nos relacionamos y cómo interactuamos.

Sin embargo, a nivel laboral y empresarial, parece lógico pensar que sabremos poner en valor a sectores como la sanidad, el comercio o el transporte, que nos han ayudado en este tiempo a disponer de lo más necesario y a lidiar con nuestros miedos e inseguridades.

Como miembro de Cojali S.L. y, aprovechando el altavoz de este medio, me gustaría remarcar en concreto la labor del sector de la logística y toda la cadena de proveedores, talleres o flotas que han hecho posible que la cadena de distribución no se rompiese en ningún momento. Desde alimentación, productos sanitarios, un ordenador para trabajar en casa o bicicletas. Nos han provisto de todo aquello que hemos ido necesitando como sociedad para superar aquellos momentos.

También ahora, que están siendo fundamentales para hacernos llegar la vacuna en las mejores condiciones, ciñéndose a unos estrictos controles de temperatura y a unos tiempos de entrega muy reducidos.

No sé si habrá transcendido a la opinión pública, pero durante los momentos más duros de la pandemia, se creó un mapa nacional de talleres abiertos para dar servicio a los camiones que estaban trabajando para que en ningún hogar faltase “levadura”, y todos los proveedores de servicios hemos trabajado al 100% y hemos adaptado nuestras plantillas con los mejores protocolos para contribuir en este desempeño.

En la “nueva NO normalidad” no es mi intención hacer un ranking de sectores o gremios importantes, esto ha de servir para darnos cuenta de que, como sociedad todos somos importantes, y que no es posible superarnos sin la colaboración de todos, pero no quería desaprovechar la oportunidad de dar las gracias al sector de la logística y las empresas implicadas en su mantenimiento.