Las aseguradoras tratan cada vez más de controlar el proceso de reparación de los vehículos de sus clientes por siniestros. En esta línea, Mapfre ha establecido sus propios Centros del Automóvil en toda España, los dos últimos de ellos en Castilla-La Mancha, en los cuales recibe a estos automóviles y se ocupa de todas las gestiones necesarias con sus talleres concertados.

Los dos nuevos centros que ha puesto en marcha Mapfre, cuya puesta en marcha estaba inicialmente prevista para 2014 (ver noticia), están situados en Ciudad Real y Toledo, y cuentan con capacidad para dar servicio a 1.400 y 4.000 vehículos al año, respectivamente.

En ellos se ofrece un servicio integral a los asegurados, que depositan allí sus vehículos tras un siniestro para que la aseguradora se ocupe de la peritación, gestión con el taller, control de calidad y entrega del vehículo reparado, en un tiempo medio de una semana.

Para atraer al mayor número de usuarios posible, estos centros ponen a su disposición un vehículo de sustitución. También se ofrecen servicios de mantenimiento y reparación por avería, es decir, sin necesidad de que medie un siniestro para su realización, y se ofrece también sustitución de lunas en el momento, entre otros.

En la actualidad, los catorce Centros del Automóvil Mapfre que operan en todo el país gestionan la reparación de los vehículos de más de 60.000 clientes cada año, un trabajo que deriva a sus talleres concertados.