Los coches inteligentes permiten en la actualidad que el trayecto, tanto para el conductor como para el resto de los ocupantes, sea cada vez más cómodo y agradable gracias a diferentes tecnologías que permiten conectar el vehículo a internet, así como tener GPS, cámaras integradas, etc.

Estos y otro usos que hacemos de todos los dispositivos del vehículo quedan registrados en forma de datos e información con los hábitos de conducción y consumo en los que están interesados compañías aseguradoras y tecnológicas, fabricantes de automóviles, autoridades de tráfico y los propios concesionarios, tal y como publica Mundo Deportivo.

Pero son sobre todo las firmas de automóviles las que consiguen sacar un mayor provecho de estos datos con el fin de mejorar la experiencia del usuario.

No obstante, en ocasiones, el poder compartir la información permite a los propietarios de los vehículos que sea el propio coche el que avise de que necesita una revisión o que facilite las tareas de diagnóstico en los talleres.

Sin embargo, el uso incontrolado de estos datos no siempre es aceptado por los usuarios, ya que se destina a estadísticas para empresas que quieren saber patrones de viaje o compras de los usuarios, frecuencia de una misma ruta, si los viaje son por trabajo o placer, entre otros. Es decir, para obtener información y beneficio sobre los hábitos de consumo.

Actualmente, algunos países como Estados Unidos poseen normas que regulan el uso de esta información, aunque ninguna contempla el modo en que se recogen estos datos (sensores de radar, sistemas de diagnóstico y navegación, conexiones de móvil integradas y, algunos modelos, hasta dispositivos que detectan el movimiento de los ojos o las manos del conductor, o el peso de las personas que ocupan todos los asientos).

En España, desde el pasado mes de julio existe un anteproyecto de la nueva Ley Orgánica de Protección de Datos, pero según el citado medio, no contempla ninguna regulación sobre este tema. Por su lado, la nueva versión de protección de datos de la Unión Europea tampoco regula específicamente este tema.