Reparación | "Los talleres no tienen por qué entender de seguros. Están poniendo en riesgo su patrimonio"

Infotaller ha contactado con Tempu Seguros, a propósito del caso del asociado de ATRA que debe enfrentarse a una indemnización de 25.000 euros porque la compañía aseguradora de su cliente repite contra él la cuantía del siniestro abonado por un accidente probando un vehículo. Este medio ha querido conocer cómo puede prepararse el taller para afrontar este tipo de situaciones, además de aclarar algunos conceptos que todo gerente de un establecimiento de reparación debería manejar.

Tempu insta a consultar siempre a un abogado en caso de duda
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Este medio de comunicación ha contactado con Enrique Ubeira, diplomado en seguros y director de Tempu Seguros, para conocer cómo puede prepararse el taller para conflictos relacionados con la denominada responsabilidad civil de los probadores (RSC), un tema que saltó a la palestra después de que un asociado de ATRA tuviese que enfrentarse a una indemnización de 25.000 euros porque la compañía aseguradora de su cliente repitió contra él la cuantía del siniestro abonado por un accidente probando un vehículo. 

Al respecto de este suceso, Enrique Ubeira, en declaraciones telefónicas para Infotaller, ha querido advertir de que los talleres, sin saberlo, están contratando pólizas con cláusulas vacías de contenido: "Los talleres no tienen por qué entender de seguros, ese es el verdadero problema, por eso contratan pólizas vacías que no deberían contratar". 

La RSC podría llevar al taller a la bancarrota

Hace una semanas la Asociación Autónoma de Empresarios de Talleres de Vehículos de Pontevedra (ATRA) también advirtió de que la responsabilidad civil de los probadores afecta de lleno a los empresarios de la reparación; pudiendo llevarles a la bancarrota en el peor de los casos, o imponiéndoles indemnizaciones muy elevadas en supuestos algo menos extremos.

Y de hecho, tanto la patronal como Ubeira han querido hacer especial hincapié en que esta cuestión es más recurrente de lo que parece, ya que las sentencias emitidas hasta el momento son innumerables.

¿Qué es la RSC?

En su web, estamos-seguros.es, define la responsabilidad civil de probadores de vehículos como la obligación de reparación que tiene que afrontar el responsable de una actividad empresarial (ya sea un autónomo o una empresa con empleados) por los daños causados a terceros con ocasión de probar en la vía pública los vehículos, o de realizar su entrega o recogida fuera del recinto donde se ejerce la actividad, y que se encuentren en su custodia para reparación, inspección o revisión.

Según detalla el director de Tempu Seguros, este tipo de accidentes causados por gerentes u operarios de taller son más comunes de lo que parece y lo que suele pasar es que la aseguradora del cliente repite contra la del taller: "Normalmente la entidad aseguradora de la responsabilidad civil de la circulación abona las correspondientes indemnizaciones al tercero perjudicado y, posteriormente, repite contra el taller y su aseguradora".

¿Qué es repetir?

Tal y como explica Enrique Ubeira, repetir significa reclamar la cuantía económica desembolsada, una vez abonada, a un tercero que se considera responsable de cumplir con esa deuda, bien por ser el responsable del accidente, bien por conducir ebrio o bien por no contar con carnet de conducir, entre otros supuestos.

"La aseguradora del cliente basa sus pretensiones en las previsiones del artículo 10 c) de la LRCSCVM, que establece que el asegurador, una vez que haya pagado la indemnización, podrá repetir, entre otras personas, contra el tercero responsable de los daños. También se alude a la acción de subrogación regulada en el artículo 43 de la Ley de Contrato de Seguro, que permite al asegurador, una vez pagada la indemnización, subrogarse en la posición del asegurado y repetir contra el tercero responsable el importe pagado", detalla el director de Tempu Seguros, quien además indica que los tribunales suelen entender que el causante del accidente cuando conducía el vehículo (un operario del taller y su aseguradora en última instancia), tienen la condición de tercero responsable.

La importancia de leer la letra pequeña

Muchas pólizas aseguran cubrir este tipo de indemnizaciones. Sin embargo, Ubeira advierte de que esta "supuesta garantía" que se está ofreciendo al taller no es real en la práctica, ya que solo actuaría con una franquicia en el caso de daños personales de hasta 70.000.000€ y 15.000.000€ para daños materiales. 

"A partir de estas cifras es cuando actuaría", explica. "Solamente cubre el 'exceso' de los límites indicados en el seguro obligatorio del propio vehículo". Unos supuestos prácticamente "irreales e imposibles".

"¿Te pasa eso y cómo lo resuelves, de dónde sacas el dinero? Sacas ese dinero que no tienes de tu cabeza?" se pregunta Enrique Ubeira, quien hace un llamamiento: "Por favor, revisen el estado actual de sus pólizas, están poniendo su patrimonio en riesgo eminente. Piensen en ello y consulten a sus abogados en caso de duda".

"Solo una aseguradora estuvo dispuesta a colaborar con nosotros"

El director de Tempu considera que la única manera de estar preparado para este tipo de situaciones es contar con una póliza que de verdad vele por los intereses del taller. Y además no echa balones fuera: "Los corredores debemos ser más responsables y atender a las necesidades reales para poder transferir estos riesgos a la industria del seguro".

Es por eso que Tempu y Cetraa han elaborado un estudio de mercado, a pie de calle y con más de doscientos talleres, analizando sus muchas necesidades y preocupaciones, así como complicaciones con los siniestros acaecidos en sus instalaciones. "Se realizó un análisis objetivo entre varias pólizas de distintas aseguradoras, y llegamos a la conclusión de que casi todas las aseguradoras tenían los mismos conceptos o vacíos de garantías, como si estuviesen copiadas unas de otras", manifiesta.

Tras el estudio desarrollaron la mencionada póliza, una "verdaderamente orientada a velar por las necesidades de los empresarios de la reparación en materia de posventa independiente". Un producto asegurador, "en el que se intentaba transferir a la industria del seguro todas y cada una de las preocupaciones que los distintos talleres y concesionarios habían transmitido a estas dos entidades".

Y Ubeira segura que no fue fácil: "Nos costó muchísimo convencer a la aseguradora actual, pero al final nos brindó el soporte que necesitábamos para lanzar la póliza. Además, solo esa aseguradora, de entre todas las del sector asegurador español, estuvo dispuesta a colaborar con nosotros", concluye.

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