El taller francés de reparación personalizada de coches eléctricos fuera de garantía se denomina Revolte e-Garages y está revolucionando el sector. Los primeros coches eléctricos que llegaron al mercado están finalizando sus garantías y muchos de ellos se están averiando. Sus propietarios los llevan al servicio oficial y obtienen presupuestos muy altos. 

Raphaël Daguet fundó su taller en 2020 y está consiguiendo reducir los importes de las facturas en hasta 17 veces tal y como ha comentado en Autobile-Prope. Daguet pone como ejemplo el primer modelo que ha reparado en 2022. Se trata de un Kia Soul VTC de 2018 con 200.000 kilómetros. La posible avería pasaba por la reducción de autonomía notable y la entrada en modo "tortuga" cuando el conductor pisaba el acelerador. 

El concesionario había recomendado cambiar la batería completa por unos 20.000 euros, cuando el problema se centraba en la celda 100 que se había hinchado. Según Daguet, se ha sustituido el módulo con 14 celdas y el coste ha sido cuatro veces menor que el ofrecido por Kia. 

"En Revolte desmontamos la batería y dedicamos tiempo a hacer un diagnóstico preciso. Y si podemos, no es el pack completo el que vamos a sustituir, ni siquiera el bloque afectado, y quizás tampoco la tarjeta electrónica si es la defectuosa. ¡Qué desperdicio sería eso!". 

Revolve e-Garages busca la avería concreta para poder reducir los costes de reparación

En palabras del propietario de Revolte, lo que pretenden hacer los fabricantes es "un quebranto a la economía de los consumidores y un ataque al medio ambiente". Otro de los casos llamativos es el de un Citroën C-Zero que un fallo en su batería impedía su funcionamiento. Desde la marca de los chevrones se recomendaba sustituir la batería por unos 17.000 euros pero, finalmente la incidencia estaba en el contactor. La reparación finalmente tuvo un coste de 1.000 euros. 

Por las instalaciones francesas también ha pasado un Nissan Leaf por pérdida de barras en su batería y la solución era sustituir una resistencia de precarga, mientras que el Renault Zoe presentaba fallos en la carga y solo ha sido necesario sustituir el bloque del filtro del aire que provocaba una fuga de corriente.

Es importante destacar que según el propietario de Revolte e-Garages, los coches eléctricos deberían durar más de 100 años y no achatarrarlos cada diez años.