La venta de un coche por parte de un concesionario o un taller es un gran negocio, sin embargo, los profesionales mecánicos deben ofrecer a sus clientes consejos para mantener su vehículo en buen estado.

A la hora de estrenar un coche nuevo hay que tener ciertas precauciones para que no comience a dar fallos al poco tiempo Es recomendable hacerle un rodaje adecuado. En primer lugar hay que respetar los tiempos de calentamiento y enfriamiento del motor, es decir, esperar unos segundos tras arrancarlo, y dejarlo reposar un minuto antes de apagarlo. Es un proceso sencillo que, si no se respeta, puede afectar al turbocompresor.

Por otro lado, hay que tener controladas las revoluciones, evitando que no pasen de las 4.000 rpm en los motores de gasolina y 3.500 rpm en los diésel al estrenarlo. Del mismo modo, hay que evitar los acelerones, ya que someten a esfuerzos innecesarios. Lo más conveniente es esperar a que el motor alcance la temperatura óptima para que no afecte a sus componentes, así como evitar acelerar en vacío.

Algunos de los sistemas que traen los últimos modelos que han salido al mercado también pueden afectar al funcionamiento de un coche nuevo. Es el caso del control de crucero. Lo conveniente es no abusar de esta opción hasta no haber recorrido los primeros 2.000 kilómetros.