Los empleados de un desguace ubicado en la provincia alicantina de Alcoy han sido acusados de un delito de daños por imprudencia grave que provocó una deflagración que terminó arrasando el taller del negocio y cinco naves contiguas de un polígono industrial de esa localidad en 2013.

Según el Ministerio Público, los responsables del suceso utilizaron una sierra radial para desmontar un vehículo sin tener en cuenta que el suelo del taller estaba lleno de restos de combustible, tal y como publica el diario Información.

El fuego causó daños por unos 700.000 euros por lo que el fiscal reclama una multa de 1.080 euros, la cual sería más elevada en caso de ser condenados: 691.570 euros a los que tendrían que hacer frente de manera conjunta y solidaria los acusados y las dos aseguradoras.

El escrito de la acusación indica que para extraer la batería de un coche que estaban tratando como chatarra se usó una sierra radial, pese a ser conscientes de los riesgos que entrañaba esa maniobra, puesto que el suelo de la nave estaba lleno de restos de gasolina, aceite y gas oil, a lo que se sumaba el combustible que había en otros coches del recinto.

Al poner en marcha el dispositivo, las chispas entraron en contacto con los restos de combustible y causaron una deflagración que produjo que las llamas arrasaran la nave a gran velocidad.