"Ese momento que nos temíamos, ha llegado", afirma Juan Francisco Calero en el comienzo de su nuevo vídeo para Grupo Serca. Se refiere a que está a punto de entrar en vigor la obligatoriedad de las zonas de bajas emisiones en las zonas que tienen más de 50.000 habitantes, que son muchas en España.
"Todos aquellos coches que no tengan etiqueta medioambiental ya no van a poder entrar a esas zonas, salvo si eres residente o si te metes en un garaje subterráneo pero claro, dónde si hay cámaras, acabará en una multa", explica Juan Francisco Calero. Según aporta, hay 7,2 millones de automóviles circulando con regularidad en España que no tienen etiqueta medioambiental.
En ciudades como Barcelona o Madrid, al ser zonas muy amplias, puede suponer un cambio de vida a muchas personas y a muchos negocios, como a los propios talleres mecánicos. De hecho, ya se están empezando a organizar organizaciones de consumidores para denunciar lo que consideran una discriminación respecto a otros automóviles, ya que si no son capaces de adquirir un transporte alternativo adecuado para estas zonas limitadas, serán expulsados.
La problemática en talleres
El principal problema de los centros de reparación es la manera en que se mueven los automóviles para poder llegar a ellos. "En Barcelona ya están informando de perdidas de negocio del 40% debido a esta nueva realidad, cuenta Juan Francisco Calero, a lo que añade: "Muchos de los talleres están en bajos, en barrios, en zonas dónde el acceso ya es reducido de por sí. Un cambio así puede hacer que se vaya a pique".
"Solo sobresubvencionando vehículos con tubo de escape, nos hemos plantado con un parque de automóviles con una edad media de 13 años. Teniendo en cuenta que mientras ese coche esté pasando la ITV no debería tener problemas ni limitación para circular".
Juan Francisco Calero concluye: "En el año 2023 nos vamos a hartar de hablar de esto. Es un mandato de la Unión Europea y no tiene marcha atrás. Veremos a ver si se soluciona esta complicada movilidad o si estos vehículos de más de 15 años acaban marchándose a poblaciones rurales menos extensas en las que no hay problemas para entrar. De hecho, ya hay trasvase de zonas urbanas muy pobladas de Castilla La Mancha y Extremadura hacia otras poblaciones que todavía no llegan a 50.000 habitantes en Andalucía o Castilla y León".
