El vehículo eléctrico se está convirtiendo en una realidad cada vez más presente en las carreteras. Las limitaciones de contaminantes en muchas ciudades sumado al aumento de los puntos de recarga y la mejora de su autonomía, ha hecho que se popularice su uso.

Sin embargo, esta buena noticia para los usuarios, no lo es tanto para los talleres, ya que, en principio, los vehículos eléctricos acabarán con determinadas reparaciones al tener un menor número de piezas móviles. Aunque seguirán contando con algunas que en estos modelos cobrarán una mayor importancia, como es el caso de los alternadores, los arranques o las baterías.

En el primer caso, se suelen encargar de recuperar la energía y mejorar la eficiencia de los motores durante las deceleraciones. En el segundo, el motor de arranque se encarga de transformar la energía eléctrica procedente de la batería en energía mecánica para mover el vehículo.

Desde Lausan han precisado que sus clientes reclaman máquinas eléctricas cuya principal característica sea “una excelente relación calidad-precio”. Así nació Stal, una marca especializada en arranques y alternadores pensados para vehículos de más de ocho años.

Tras ocho años, más de 4.500 talleres de España conocen y montan Stal para dar un servicio óptimo a sus clientes.