Reparación | Alerta a talleres en verano: los gruistas convocan paros del 29 de julio al 1 de agosto

La Asociación Nacional de Empresas de Auxilio en Carretera pide una regulación de los precios de sus servicios.

Fallos del motor o de batería, causas principales de la asistencia en carreteras en verano
Las compañías de grúas llevan tiempo quejándose de que se ven abocados a trabajar en perdidas, algo de lo que culpan a las aseguradoras

Aneac (Asociación Nacional de Empresas de Auxilio en Carretera) ha convocado un paro de la prestación de servicios de asistencia durante los días 29, 30 y 31 de julio y el día 1 de agosto, coincidiendo con las operaciones de salida y regreso de las vacaciones, un paro que tiene lógicas consecuencias en la actividad del taller, pues buena parte de los vehículos llegan por esa vía. La patronal de auxilio en vía pública ha llamado también a sus asociados auna marcha lenta de grúas el día 29 de julio, que recorrerá las principales arterias de acceso a la capital y que finalizará dentro de la propia ciudad.

La patronal pide que se conforme una mesa de trabajo definitiva con la Dirección General de Tráfico, como institución reguladora del sector; Unespa, como patronal de las compañías aseguradoras y el Ministerio de Economía. Las compañías de grúas llevan tiempo quejándose de que se ven abocados a trabajar en perdidas, algo de lo que culpan a las aseguradoras. Quieren que se regulen los precios de sus servicios porque consideran que sus "prestaciones económicas que están obsoletas y muy alejadas de las existentes en la Unión Europea".

"Hablando de números, el coste de los servicios de grúa no cubre ni una tercera parte de lo que supondría prestar el servicio, de acuerdo con el reciente Observatorio de Costes de Transportes (Mitma). Una disponibilidad de 24 horas durante los 365 días del año desenmascara aún más unos números inasumibles y descaradamente insuficientes, como son los 3,5 euros resultantes por hora de trabajo", denuncia la patronal.

"Esta precariedad económica sumada a las constantes exigencias, del todo inasumibles, de determinados clientes de las empresas de grúas, (aseguradoras, compañías de asistencia y clubes automovilísticos), como por ejemplo los tiempos de llegada al vehículo averiado o accidentado, ignorando las innumerables variables que condicionan la agilidad de respuesta, pero que en cualquier caso penalizan a las empresas de grúas, han llevado a tomar esta drástica actuación", concluye Aneac.

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