Desde un taller mecánico a la oficina de un aparcamiento privado pasando por vehículos. Un hombre de 31 años y nacionalidad marroquí ha sido el gran quebradero de cabeza de los Mossos d'Esquadra en el último mes. El ya arrestado desvalijó en Figueres (Girona) cuanto encontraba a su paso entre el 3 de junio y el 14 de julio. Las autoridades consiguieron atraparle al fin el pasado 23 de julio. Junto a él, también está identificado otro individuo, con quien cometió el primero de los robos.

Según informa El Caso, el arrestado acumula varios antecedentes por delitos parecidos y ya ha pasado a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Figueres y se enfrenta a tres cargos por robo con fuerza.

El 3 de junio comenzó este reguero delictivo. Aquel día, la Unidad de Investigación (UI) de la comisaría de Figueres ya puso en marcha una investigación después del primer incidente. Entre las ocho y media y las nueve de la noche, los dos hombres rompieron el cristal de las oficinas de una empresa de aparcamientos y accedieron dentro, se llevaron un televisor y varias llaves de unos trasteros que, posteriormente, descubrieron que estaban vacíos. Un par de semanas más tarde, el día de San Juan, el detenido -en esta ocasión, en solitario- entró en un taller mecánico después de forzar la puerta principal. La alarma de las instalaciones sonó alrededor de las doce del mediodía, pero el ladrón tuvo tiempo para llevarse un motor para arrancar vehículos.

Su última fechoría fue el pasado 14 de julio. El tercero y último robo denunciado. Cuando el propietario del coche afectado se dio cuenta de que le habían roto una de las ventanillas y se habían llevado dos gafas. El día y la hora exactos de estos hechos se desconocen, ya que el turismo estaba estacionado en un aparcamiento privado y el denunciante no se dio cuenta de lo que había pasado hasta que no fue a recogerlo.

Por el modus operandi y diversas coincidencias, los investigadores de los Mossos fueron tirando del hilo de las diferentes denuncias y llegaron a la conclusión de que todos los robos habían sido cometidos por la misma persona, y que esta había actuado en compañía de un cómplice la primera vez. Las pesquisas les permitieron identificar y detener al autor que, tal y como ya se ha referido, ha sido puesto a disposición judicial.