Para que un centro de reparación tenga un correcto funcionamiento es importante mantener una buena gestión del personal y un adecuado trato con los clientes. Ambos son aspectos que pueden verse afectados cuando existen problemas en la dirección del taller.

Entre estos problemas destacan el garantizar las expectativas de los clientes, por lo que se les debe transmitir seguridad y ofrecer un buen resultado. Para ello, es necesario realizar un buen diagnóstico, ajustándose a la realidad, sin crear una alarma innecesaria en el propietario del coche, quien tampoco recibirá bien que la reparación sea más compleja de lo que se previó en un primer momento, según publica Serca en un post.

Además, el presupuesto debe contemplar todas las variables posibles para que el usuario tenga en cuenta que puede que la reparación tenga algún contratiempo o que se alargue en caso de que haga falta otra pieza o si hay reparaciones con más prioridad. Por este motivo, una comunicación clara con el consumidor evita descontentos y malos entendidos.

Por otro lado, también es fundamental gestionar correctamente los recursos humanos de la empresa y satisfacer las necesidades de los empleados. Sueldo, carga de trabajo, horarios o estrés son algunos elementos que no se deben pasar por alto, ya que un mecánico descontento difícilmente se comprometerá con la empresa y sus clientes.

Para mejorar este aspecto, es importante empatizar con el trabajador, separar lo profesional de lo personal, reconocer el esfuerzo y compensarlo debidamente. De esta forma, los técnicos trabajarán mucho más motivados.

Tampoco hay que olvidar la formación continua de la plantilla, ya que supone una de las mejores herramientas para evitar problemas en el taller.