El equipo de asistencia en carretera del ADAC nunca se queda sin trabajo. Así, ha presentado el estudio "Estadísticas de averías del ADAC 2025: ganadores y perdedores"que repasa y disecciona las más de 3,6 millones de operaciones realizadas en 2024, una cifra en aumento con respecto a las 3,5 millones del año anterior. Enero, en el que se llevaron a cabo alrededor de 377.000 intervenciones, fue el mes con mayor número de casos.
Y es que, a medida que aumenta el número de coches eléctricos en las carreteras, también aumenta el número de averías de coches eléctricos. Concretamente, se produjeron 43.678 llamadas de propietarios de coches eléctricos en 2024, o lo que es lo mismo, un incremento del 46% en comparación con 2023.
Este aumento de averías en coches eléctricos no es motivo de preocupación, sino más bien algo normal a medida que aumenta el número de modelos eléctricos. Para los estadísticos del ADAC, este aumento "es una bendición, ya que el aumento del número de casos amplía la base de datos y, por lo tanto, permite responder más fácilmente a la pregunta de si los coches eléctricos son más fiables que los motores de combustión o si se averían con más frecuencia".
En general, las estadísticas de averías del ADAC proporcionan respuestas a preguntas importantes para los compradores de coches usados: ¿Qué modelos son especialmente fiables y cuáles no? ¿Aumenta el riesgo de avería a medida que adquiere cierta edad el vehículo? Aunque el estudio pone de relieve la fiabilidad general de los coches eléctricos, también identifica algunos modelos concretos que presentan más problemas de lo esperado, sobre todo híbridos. El Toyota C-HR encabeza la lista con 63,1 averías por cada mil unidades, seguido de otros modelos de la misma marca, como el RAV4, Yaris y Yaris Cross, todos con problemas recurrentes relacionados con la batería de arranque.
En el caso de los coches eléctricos, el Hyundai IONIQ 5 muestra un índice de averías elevado, 22,4 por cada mil vehículos, principalmente debido a fallos en la unidad de control de carga integrada, lo que llevó a la marca a realizar una llamada a revisión. En el lado opuesto, destacan modelos con índices de averías mínimos. Entre los coches de combustión interna, los Mini y Audi A5 encabezan la lista con tan sólo 0,3 y 0,4 fallos por cada mil unidades respectivamente. En el ámbito eléctrico, el Tesla Model 3 se posiciona como uno de los más fiables con un índice de 0,5.
Resulta especialmente sorprendente es el bajo rendimiento que han tenido los modelos de Toyota en los dos últimos años. Esto se aplica a casi todos los modelos evaluados del Toyota C-HR y del Toyota RAV4, mientras que los modelos más jóvenes del Yaris y del Yaris Cross también se ven afectados. "Estas frecuencias de averías son sorprendentes, ya que la marca Toyota se ha ganado con razón la reputación de fabricar coches fiables en el pasado", indican desde la propia ADAC.
Al conocer los resultados, Toyota explica que "en estos modelos hay problemas con la batería "."La batería de arranque no se pudo cargar con el consumo de corriente requerido, y es que, en muchos casos, las baterías de los vehículos afectados han sido sustituidas por versiones más potentes, ya sea de forma gratuita como parte de la garantía del fabricante de tres años o mediante un acuerdo de buena voluntad individual", explican desde Toyota al tiempo que aclaran que "los vehículos nuevos ya no estarían equipados con la batería cada vez más débil".
El hecho de que los vehículos más antiguos también puedan presentar un bajo índice de averías lo demuestran sobre todo los modelos de BMW y Audi, como igualmente el resto del Grupo Volkswagen.
La batería de arranque, principal causa
La batería de arranque es la que más problemas causa desde hace años: en 2015, por ejemplo, el 35,7% de las averías fueron causadas por la batería de 12 voltios. En el punto álgido de la pandemia de coronavirus de 2020, la frecuencia de fallos de las baterías aumentó al 46,3%, porque los coches a menudo no se conducían en absoluto o se conducían muy poco. Una batería sufre menos desgaste durante el funcionamiento que cuando no se utiliza .
En el 2024, actualmente en evaluación, el 44,9% de las averías se debieron a una batería descargada. Esto significa que una batería de a bordo débil o defectuosa es, como sigue siendo, la causa más común de averías en comparación con todos los grupos de componentes.
La segunda causa de averías son los problemas con el motor o con la electrónica del motor (22,1%). En un motor de combustión, estos son la inyección y el encendido; En un coche eléctrico, es el sistema de alto voltaje. Muy atrás se sitúan los fallos relacionados con el motor de arranque, el generador, el sistema eléctrico o la iluminación (10,6 por ciento). Le siguen los defectos en los neumáticos (8,8 por ciento) y los sistemas de cierre (6,9 por ciento).
Para llevar a cabo el estudio, se analizaron estadísticas de averías de un total de 159 series de vehículos de unas 20 marcas de automóviles. Se han tenido en cuenta todas las averías ocurridas a lo largo de 2024 que hayan afectado a vehículos con una antigüedad comprendida entre dos y nueve años (es decir, matriculados por primera vez entre 2015 y 2022).
¿Son los eléctricos más propensos a averías que los de combustión?
Esta pregunta se le ha planteado al ADAC muchas veces en los últimos años. Gracias al creciente número de matriculaciones de vehículos eléctricos, el año pasado se encontró por primera vez una respuesta: los coches eléctricos jóvenes demostraron ser menos propensos a sufrir averías que los coches de la misma edad con motores de gasolina o diésel.
Para ADAC; existe una dificultad fundamental a la hora de comparar los coches eléctricos y los coches con motor de combustión: la edad. Según la Autoridad Federal de Transporte Motorizado, la edad media de todos los coches matriculados en Alemania es de diez años. Sin embargo, todos los vehículos eléctricos evaluados son todavía muy jóvenes. Dado que la probabilidad de averías aumenta con la edad del vehículo, una comparación de la susceptibilidad a averías entre los vehículos eléctricos y los motores de combustión en toda la flota sería injusta.
El ADAC ha podido comparar ahora, al menos, los motores de combustión (diésel y gasolina) así como los modelos eléctricos puros con los primeros años de matriculación 2020/2021/2022. De esta forma, ha mejorado significativamente la base de datos. Así, el número de averías por cada mil vehículos existentes ("índice de averías") de los motores de combustión supera al de los vehículos eléctricos. Mientras que en el 2024 la patrulla de carreteras tuvo que atender a 12,9 vehículos por cada mil vehículos existentes con motores de combustión de cuatro años de antigüedad, este fue solo el caso de 8,5 vehículos eléctricos por cada mil vehículos existentes.
Por otro lado, si se suman los vehículos de entre dos y cuatro años de antigüedad, el ADAC contabilizó en 2024 9,4 averías en los motores de combustión, frente a sólo 3,8 en los eléctricos. Esta disminución de la tasa de averías de los vehículos eléctricos se puede explicar supuestamente por el hecho de que muchos de los problemas y debilidades iniciales de los vehículos eléctricos en los primeros años se han resuelto ahora mediante el proceso de aprendizaje de los fabricantes.
Componentes: dónde tienen ventaja los coches eléctricos
La batería de arranque es la responsable del mayor número de averías, independientemente del tipo de vehículos, porque provoca el 50% de las averías en los coches eléctricos, pero también es responsable del 45% de todas las averías en los motores de combustión.
Los coches eléctricos a menudo se averían debido a problemas con la electrónica de a bordo. Esto se debe, entre otras cosas, a que la batería de 12 voltios que alimenta el sistema eléctrico del vehículo es propensa a fallar y a menudo se descarga más rápidamente. Una razón también puede ser que los fabricantes no previeron que los usuarios "despertarían" sus vehículos a través de la aplicación con mucha más frecuencia de lo que esperaban. Estos procesos de arranque suponen una carga relativamente pesada para la batería de arranque.
En el área de "motor, gestión del motor, sistema HV", uno de cada mil motores de combustión se estropea con más frecuencia que un coche eléctrico, lo que se debe al diseño más sencillo del accionamiento eléctrico. Mientras que los motores de combustión constan de cientos de partes, como pistones, válvulas o turbocompresores, por su parte, un motor eléctrico a menudo tiene solo una parte móvil: el rotor. Menos piezas significan menos posibilidades de desgaste.
Asimismo, los coches eléctricos no necesitan aceite de motor, que podría ensuciarse con el tiempo y dañar el motor. Igualmente, los motores eléctricos producen menos calor residual que los motores de combustión, que funcionan a altas temperaturas y provocan un mayor desgaste.
Los expertos en seguridad vial también atribuyen el menor número de problemas con los sistemas de cierre en los coches con motor de combustión al mayor nivel de conectividad de los coches eléctricos. Muchos vehículos eléctricos pueden abrirse a través de una aplicación o por el fabricante. Aunque, eso sí, tiene una ventaja: en estos casos se puede acceder de nuevo a una llave que haya quedado accidentalmente dentro del coche sin ayuda del ADAC. Estas tecnologías también existen para los motores de combustión, pero se instalan de serie en muchos menos vehículos o solo están disponibles como extras y, por lo tanto, son más raras.
Conclusiones
Las cifras actuales confirman la tendencia de que los coches eléctricos son más fiables que los motores de combustión. Sin embargo, sigue siendo "apasionante" ver cómo evolucionará el tema en los próximos años. En general, el mercado de vehículos eléctricos es actualmente muy dinámico. Porque la gama de modelos está creciendo y se ha vuelto significativamente más heterogénea.
Por un lado, todavía se esperan problemas iniciales con los coches eléctricos, ya que se trata de una tecnología todavía nueva para la mayoría de los fabricantes. Por otra parte, la curva de aprendizaje es actualmente muy pronunciada, por lo que son concebibles y esperables nuevas mejoras en los vehículos eléctricos.