Casi 9.000 vehículos han sido abandonados en los montes gallegos en los últimos ocho años, lo que supone un grave riesgo de incendio y contaminación, además de una exposición a sanciones de hasta 900 euros, pudiendo llegar hasta los 45.000 en casos donde se produzca un daño grave del entorno natural. Según ha publicado el digital La Opinión A Coruña, solo en 2019 se llevaron a cabo 1.181 denuncias de vehículos localizados en terrenos forestales de la comunidad. Una cifra que sorprende mucho ante la gratuidad de los servicios de entrega de un coche, por parte del titular, para su desguace.

Es considerado como un vehículo abandonado aquel que lleva estacionado más de un mes en el mismo lugar, no cuenta con el seguro en vigor, ni tampoco el impuesto de matriculación e ITV, no puede circular y no tiene puestas las placas de matricula.

En el caso de los terrenos forestales, la Policía Autonómica es la responsable de su vigilancia y de evitar el impacto negativo medioambiental. En 2019, los agentes realizaron 1.181 denuncias al encontrar coches abandonados en los montes, cifra que contrasta con las 392 tramitadas en 2012.

La Policía Autonómica también se encarga de realizar inspecciones en los talleres y desguaces responsables de deshacerse de estos vehículos, llevando a cabo 1.325 visitas el pasado año.