Reparación | Tuning: la importancia de homologar las modificaciones

Es recomendable preguntar en una estación de ITV si un cambio está permitido antes de llevarlo a cabo.

Se debe prestar atención a las llantas y parachoques modificados
Se debe prestar atención a las llantas y parachoques modificados

Aunque más asentado que en la primera década del siglo, en el que vivió un boom espectacular, el tuning sigue siendo una tendencia relevante en el automóvil, además de la fuente de negocio principal para muchas tiendas y talleres. Más asentado y más regulado, desde que se estableciera la obligación de homologar las modificaciones si se quería circular y pasar la ITV sin problemas. 

Unos requisitos que todo taller especializado o que ofrezca operaciones de tuning a sus clientes debe conocer, para evitar a estos posteriores sorpresas desagradables y que resumen desde Info Madrid ITV

Así, hay que tener en cuenta los nuevos cambios incorporados en las últimas revisiones del manual de reformas del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, que afectan a los elementos externos e internos del coche. 

Empezando por la carrocería, se debe prestar atención a las llantas y parachoques modificados, los nuevos alerones y espejos, el cambio de lugar y/o tamaño de las matrículas, modificaciones de pintura o la inclusión en un coche de piezas de otro.

Antes de hacer el cambio, es recomendable preguntar en una estación de ITV si esa modificación está permitida. En caso de recibir el visto bueno, si los cambios suponen una reforma, el taller debe contactar con un servicio técnico de reformas para empezar los trámite de legalización e incluirlos en la ficha técnica, tras realizar una inspección específica de reforma en la ITV.

Respecto a las modficaciones de elementos internos, hay mucha diferencia entre modificaciones. Muchas, como los cambios del filtro del aire, bujías o batería, no necesitan homologaciones especiales. En cambio, otras modificaciones de mecánica y electrónica sí pueden dar problemas.

Es el caso de la supresión de colectores o la eliminación del catalizador, que implican no pasar la ITV. Tampoco se deben tocar elementos como la válvula EGR. Y si se modifica la suspensión, el taller instalador debe presentar un certificado, acompañado de un proyecto técnico de reforma.

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