El Juzgado de lo Social nº3 de Albacete desestimó por segunda vez la demanda de un trabajador que había realizado contra su centro trabajo, alegando que su despido había sido improcedente. El taller decidió dar por terminada la relación laboral porque descubrieron al mecánico trabajando mientras estaba de baja por incapacidad temporal.

El Tribunal Superior de Justicia mantuvo que los hechos constituyeron un incumplimiento contractual grave y culpable, según lo establecido en el convenio colectivo aplicable.

Durante septiembre y octubre de 2022, un mecánico se ausentó del trabajo debido a una lesión en el dedo corazón de su mano derecha, esta fractura afectaba su capacidad para realizar sus tareas habituales en el taller, por lo que le concedieron una baja por incapacidad temporal.

La empresa contrató un detective 

El mecánico fue despedido después de que un detective contratado por el taller mecánico descubriera que estaba trabajando por cuenta propia durante su etapa de incapacidad temporal.

Según informa el medio Confilegal, el empleado aprovechó su tiempo de baja para realizar trabajos de mecánica en otros talleres de la zona y en su propio domicilio.

"Durante su baja médica, regularmente acude a distintos talleres mecánicos de la localidad de Villarrobledo, Albacete, así como que realiza distintos servicios de mecánica a distintas personas en una planta baja de su propiedad", destaca la empresa de cara al despido del trabajador.

El mecánico demandó al taller por su despido

Aunque el mecánico no recogió el burofax que le enviaron notificándole su despido, procedió a demandar a la empresa ante los tribunales laborales.

El mecánico despedido impugnó las acusaciones de la empresa ante los tribunales, argumentando que no había incurrido en un incumplimiento grave que justificara su despido disciplinario.

El Juzgado de lo Social nº3 de Albacete desestimó la demanda del mecánico en una sentencia emitida el 5 de septiembre de 2023, declarando procedente su despido. Ante la decisión, el ex trabajador decidió apelar ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, argumentando que "los hechos imputados no constituyen un incumplimiento grave que justifique el despido disciplinario".

Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia volvió a desestimar la pretensiones del mecánico en la sentencia 243/2024, manteniendo que los hechos constituyeron un incumplimiento contractual grave y culpable, según lo establecido en el convenio colectivo aplicable.

Los magistrados José Montiel González, María Isabel Serrano Nieto y Ethel Honrubia Gómez, sostuvieron que el mecánico estaba incumpliendo la buena fe contractual al realizar trabajos por su cuenta mientras estaba de baja por incapacidad temporal.