Los sistemas de ayuda a la conducción poco a poco van ampliando sus funciones con el fin de mejorar la seguridad de los usuarios. Así, en esta ocasión, Ford ha desarrollado un dispositivo que evita zanjas embarradas y desniveles en los lindes de las carreteras rurales, donde se producen la mayoría de las muertes al volante en Europa.

Desde la compañía automovilística explican que conducir de noche por áreas rurales puede ser difícil "especialmente en zonas sin iluminación”. Por este motivo, esta nueva tecnología 'Road Edge Detection' ve los límites de la carretera y maniobra el vehículo para devolverlo a la carretera cuando sea necesario, según informa Europa Press.

Diseñada para funcionar a una velocidad de entre 70 y 110 kilómetros por hora, este sistema utiliza una cámara situada debajo del espejo retrovisor para vigilar 50 metros por delante del automóvil y 7 metros a los lados.

"Cuando la carretera pavimentada se convierte en un borde blando o un arcén duro de grava o hierba, el sistema proporciona un suave apoyo a la dirección, según sea necesario, para evitar que el vehículo se salga de la calzada", indica la firma.

El sistema cuenta, además, con un algoritmo que determina cuándo hay cambios estructurales evidentes en la zona al lado de la carretera. Asimismo, puede proporcionar apoyo a la dirección en vías con señalización horizontal cuando las marcas del carril están oscurecidas u ocultas por la nieve, las hojas o la lluvia.

"Si el conductor todavía está cerca del borde de la carretera después del apoyo inicial de la dirección, el sistema hace vibrar el volante para indicarle que rectifique la trayectoria. Por la noche, el sistema utiliza la iluminación de los faros y funciona tan eficazmente como durante el día", ha indicado la compañía.

Esta tecnología está disponible en Europa para los modelos Explorer, Focus, Kuga y Puma de Ford.