Reparación | Transmisión y batería, claves en la revisión de motos que estuvieron paradas en invierno

Euromaster alerta sobre la necesidad de realizar una correcta puesta a punto de la moto o el scooter con la llegada del buen tiempo, pues podría multiplicar por diez el importe de una avería.

Con la llegada de la primavera, Euromaster está potenciando sus servicios de mantenimiento preventivo, correctivo y predictivo para la moto, pues muchos conductores retoman su vehículo de dos ruedas para realizar sus trayectos habituales. Si la moto o el scooter han estado durante todo el invierno parados, es fundamental una revisión de los puntos críticos, para evitar posible averías o, incluso, un accidente. Es una simple operación de limpieza, engrase y revisión de la tensión de la cadena (transmisión secundaria), que ronda los 10-20 euros, pero que, de no hacerla, puede transformarse en una avería de 200 euros; es decir, diez veces más, según datos de Euromaster, especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo.

La transmisión es uno de los elementos críticos, pero no el único. También es importante revisar el estado la batería, porque dos o tres meses con la moto sin hacer kilómetros son suficientes para que no arranque cuando se retoma su uso. Tengamos en cuenta que la batería es un elemento muy sensible a los cambios de temperatura, tanto el frío (por debajo de 5º C) como el calor la afectan y su vulnerabilidad es mayor si ha “dormido” en la calle, incluso recubierta con una funda.

Otros elementos afectados por el parón invernal y las inclemencias meteorológicas son los neumáticos, que han podido degradarse y perder presión, o los líquidos, con riesgo de congelarse ante el frío. Incluso la luz solar puede tener un efecto perjudicial en las partes de plástico del vehículo si están demasiado expuestas. No hay que olvidar los frenos, donde es clave una revisión para asegurarse de que no estén agarrotados y pierdan capacidad de detención, y las pastillas, que pueden quedarse cristalizadas y generar un desgaste prematuro, o lo que es peor, una deficiente frenada. Son mantenimientos sencillos, que no cuestan más de 50 euros, pero que en caso de avería puede elevar la factura entre 200 y 400 euros.

El parón invernal puede generar también humedad en el interior del motor, que si se mezcla con el aceite causaría pérdida de propiedades lubricantes y podría derivar en rotura del motor a medio o largo plazo.

Para Itsaso Usobiaga, portavoz de Euromaster, más allá de la avería mecánica, “el principal riesgo es la seguridad vial. Un neumático que no agarra o unos frenos agarrotados son sinónimo de accidente, y ya sabemos que en las dos ruedas la carrocería es uno mismo. Es vital que el conductor de coche entienda que su moto tiene un mantenimiento particular y, además, con sus propias reglas, lo que llamamos la posventa estacional o cómo adaptar el mantenimiento de la moto a cada estación”.

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