Las previsiones económicas para la posventa en España dejan cifras alarmantes. Pero también consecuencias que, más allá de la crisis que vendrá en los próximos meses, cambiarán el modelo de la distribución de recambios. Esta fue una de las principales conclusiones que dejó Fernando López, CEO mundial de Gipa, en el coloquio online (webinair) organizado por Ancera para analizar el futuro a corto y medio plazo del sector una vez se inicie la desescalada de las medidas restrictivas del estado de alarma, que contó con la presencia de José Luis Bravo, presidente de Ancera; Benito Tesier, presidente de la Comisión de Recambios de Sernauto; Raúl González, representante de World Shopper España y Posventa Plural, y Carlos Martín, secretario general de Ancera, que ejerció de moderador.

En la charla bajo el lema "¿Hacia dónde vamos tras el COVID-19?", Fernando López dio sus previsiones para lo que queda de año y 2021. Eso sí, matizando que dentro de tres semanas pueden cambiar en función de los acontecimientos. Así, las previsiones de Gipa es que la posventa reduzca su facturación en torno al 22%, aunque dependerá de lo que pase de septiembre a diciembre en esa llamada "nueva normalidad" por parte del Gobierno, en la que "nos jugamos mucho". "En marzo y abril ya se ha perdido el 10%. De esa parte, el 40% es irrecuperable, por todos los coches que no se han movido en este tiempo. Y otro 60% es demanda retenida que podría aparecer, pero es irreal que toda esa demanda se vaya a recuperar, tan solo será un tercio o la mitad", explicó López a los casi 600 asistentes virtuales congregados para el coloquio.

Sin embargo, más allá de las consecuencias negativas, López también apuntó a dos cambios que provocará la crisis del coronavirus en los recambistas: una logística más racionalizada y un crecimiento de la venta online. "Va a cambiar la posventa porque España es de los países donde menos se pide cita para dejar el coche en el taller. A partir de ahora, los clientes se acostumbrarán a que tienen que pedir cita, por lo que pedidos urgentes van a desaparecer y se va a racionalizar la distribución de los pedidos", explicó López. Eso implicará que los recambistas podrán realizar más repartos en el mismo número de rutas, ya que la inmediatez y la urgencia van a reducirse, al haber más previsión de solicitud de piezas por parte del taller.

En segundo lugar, aunque no tan importante como lo anterior, López cree que podría aumentar el número de pedidos online, aunque en todo caso "no serán productos ni componentes muy técnicos". Un ejemplo de ello pueden ser los neumáticos, mercado que en Europa tiene mejor acogida en lo que respecta a la venta por internet que en España. Y es que para el experto de Gipa, "si al conductor le fuerzas a comprar algo, se acostumbra".

"El dinero de los créditos ICO no está llegando"

José Luis Bravo, presidente de Ancera, puso el foco en dos estrategias fundamentales a corto plazo para los recambistas. La primera, por orden de llegada ya que el 4 de mayo podrían abrir al público con cita previa y el 11 de mayo de forma generalizada con limitación de aforo al 30%, será la de adaptar los negocios a las medidas higiénicas y sanitarias de obligado cumplimiento, para lo que las empresas deben utilizar sus asesorías de prevención de riesgos laborales para realizar un plan, independientemente del número de trabajadores. Eso sí, no dudo en ser crítico con el Gobierno, que ha trasladado por completo "la responsabilidad al empresario de manera individual", sin ofrecer soluciones para ello.

Además, para Bravo se antoja fundamental "construir una propuesta de valor en el negocio", ya que "los cambios generan oportunidades". A su juicio, hay que "cambiar nuestro modelo de negocio con proveedores y clientes. La "P" de precio empobrece y tenemos que buscar el valor de nuestros negocios".

Cuestionado sobre los ERTE y los créditos ICO, también se mostró crítico con la actuación hasta ahora por parte del Ejecutivo, solicitándole que los ERTE por fuerza mayor se puedan convertir después en "por causas productivas", para poder ir incorporando trabajadores progresivamente y no de forma completa "cuando se acabe el estado de alarma". "Nos jugamos muchos puestos de trabajo", sentenció.

Y respecto a los créditos ICO, no dudó en formular una denuncia pública: "Muchos distribuidores tienen aprobadas las líneas ICO por parte de sus bancos, pero el dinero no les están llegando por problemas entre Gobierno y entidades financieras". Por eso, desde Ancera "pedimos que esos créditos lleguen ya a disposición de las empresas porque cada día que pasa se sufre más", argumentó.

"El ERTE es la minimización del impacto negativo, no la solución"

Por su parte, Benito Tesier explicó que desde la óptica de los fabricantes de componentes "están trabajando para que el suministro sea tan perfeccionado como antes" y "están listos para responder a la demanda", sin obviar que "los procesos productivos están diseñados para altas producciones, no al 30%" y eso significa un problema añadido. Además, consideró que es fundamental que se aplique la desescalada a la posventa y al usuario. Y puso el ejemplo de las ITV, que están paradas. "No compartimos la decisión de prórroga en un escenario a medio y largo plazo, porque si puedo ir al supermercado...¿por qué no puedo ir a la ITV con las medidas de protección?", se preguntó.

Para Tesier "el ERTE es la minimización del impacto negativo, pero no la solución", ni para recambistas ni para talleres. "El usuario tiene que poder acercarse a nuestras actividades, porque si reactivamos y el usuario no puede trasladarse, no servirá de nada". Por este motivo, instó al Gobierno a "tener mayor sensibilidad en lo que a las empresas se refiere" puesto que, a su juicio, "la agonía en las empresas se puede mantener, pero no alargar en el tiempo".