Alcalá de Guadaira (Sevilla), Málaga, Pinto (Madrid)... y ahora Santa Perpetua de Moguda (Barcelona). Las cuatro localidades que acogen almacenes de Andel. El último de ellos le sirve para ampliar su cobertura territorial y acceder a un nuevo mercado, el catalán.

Las nuevas instalaciones de Andel Barcelona cuentan con una superficie de almacén de 2.000 metros cuadrados y albergan 52.000 referencias en stock. De 12 metros de altura, el centro cuenta con planta baja más tres alturas, con un diseño muy similar a los almacenes de la empresa distribuidora en Sevilla y Madrid. La cabeza visible de Andel Barcelona es Basi Navarro, su gerente.

“El almacén cuenta con un sistema de rampas en torno a un eje central, diseñado para simplificar al máximo los desplazamientos del personal y ganar así en productividad”, explica Enrique Junquera, gerente de Andel. Para el área de Cataluña, la empresa va a seguir la misma política comercial practicada hasta ahora. “Vamos a desarrollar el proyecto Andel de la misma manera que hemos hecho en Madrid, vendiendo únicamente a tiendas asociadas”, afirma Junquera.

Trabajar con cuidado y cautela

El gerente apunta que el desarrollo del modelo en Cataluña se va a hacer “con tranquilidad”. “Primero debemos hacernos nuestro hueco en la zona, lo que requiere tiempo. Vamos a trabajar con cuidado y cautela, eligiendo bien las tiendas a las que vamos a dirigirnos y respetando el espacio de cada uno”, explica.

“No nos caracterizamos por correr mucho al inicio, sino que trabajamos para conseguir un proyecto sólido gracias a clientes afianzados”, añade.

Con sede central y almacén en Sevilla (Alcalá de Guadaira), Andel registró una facturación de 32,7 millones de euros en 2017, lo que supuso un aumento del 9,87% respecto al año anterior.

En 2018, la evolución ha sido muy plana, según apunta Junquera, que no cree que 2019 sea muy diferente. “Cataluña no significará un impulso inmediato en las ventas, es un proyecto más a largo plazo”, concluye.