Cuando en un automóvil los ejes no están bien alineados, se genera un desgaste desigual de la superficie de los neumáticos, inestabilidad, pérdida de adherencia y, como consecuencia, aumento de consumo por la falta de eficacia.

Con el fin de comprobar si dicha alineación es correcta, los profesionales del taller deben ubicar el vehículo en una superficie llana y ver si este tiende hacia algún lado cuando no se hace fuerza para sujetar el volante, explican desde Eurotaller en un post. En el caso de que se desvíe hacia uno de los lados, con el tiempo, las cubiertas se desgastarán de forma desigual.

En el caso de que las ruedas miren hacia fuera, observando el coche de frente, se puede decir que existe convergencia negativa o divergencia. Si miran hacia dentro, se trata de convergencia excesiva. Sobre este aspecto, el fabricante determina el ángulo máximo y mínimo de convergencia para que el coche esté bien alineado.

Algunos síntomas que indican problemas en la dirección del coche son, por ejemplo, cuando este tiende a irse hacia un lado durante la marcha, si el volante no queda centrado y gira más fácilmente hacia un lado que hacia otro o si se percibe que la dirección vibra y que desaparece en función de la velocidad.

Por otro lado, desde Eurotaller recuerdan que para evitar que el coche pierda su alineación y equilibrado hay que tener cuidado a la hora de conducir y maniobrar, evitar la circulación agresiva, los golpes en el bordillo a la hora de aparcar, los baches o las colisiones que pueden dañar la dirección.