Según los datos sobre la gestión de neumáticos fuera de uso (NFU) de la Asociación de Fabricantes Europeos de Neumáticos y Caucho (ETRMA), 3,45 millones de toneladas de cubiertas fuera de uso, el 94% de las generadas en 2019 por los 32 países que la integran, los 27 de la Unión Europea, Noruega, Serbia, Suiza, Turquía y Reino Unido, fueron recogidos y tratados para reciclaje de materiales y recuperación de energía.
Este dato es comparable al de años anteriores, con tasas de tratamiento de neumáticos fuera de uso entre el 92% y el 95%, lo que demuestra el compromiso de la industria europea del neumático con la economía innovadora y sostenible. Los neumáticos fuera de uso se recogen y su tratamiento se organiza en los países europeos, la gran mayoría mediante sistemas integrados de gestión. Las materias primas secundarias de los NFU son recursos importantes para industrias como la construcción, la automoción y el cemento.
Gestión de los NFU
El análisis de los datos muestra que la gestión de los NFU disminuyó el 3% en Europa respecto al año anterior. Aproximadamente, 1,88 millones de toneladas de NFU se trataron mediante la recuperación de material. Esta cifra incluye 1,34 millones de toneladas enviadas a proceso de granulación para la recuperación de los tres componentes principales del neumático, caucho, acero y textil; 458.000 toneladas a hornos de cemento y 82.300 toneladas para aplicaciones de ingeniería civil. El resto se destinó a pirólisis, acerías y fundiciones. La gestión de los neumáticos fuera de uso se completa con 1,37 Mt de neumáticos que pasaron por recuperación energética.
La cantidad de NFU almacenados o desconocidos en espera de tratamiento fue de 170.000 toneladas, la mitad en comparación con el año anterior.
En España
Según el informe desglosado de Asociación de Fabricantes Europeos de Neumáticos y Caucho, en España se gestionaron 238.080 toneladas de neumáticos fuera de uso, el 100% de los recogidos, de los que 158.125 toneladas se trataron mediante la recuperación de material, 79.753 toneladas se destinaron a recuperación energética y 202 toneladas a ingeniería civil.
