La junta de tapa de culata es la responsable de sellar la unión entre la parte alta de la culata y la tapa, evitando así que se produzcan fugas de aceite. Asimismo, la tapa de este tipo de juntas puede ser de diversos materiales, siendo el más común el elastómero. En ocasiones, este elemento puede sufrir fallos como consecuencia de un incorrecto montaje. Ajusa ha enumerado las motivos más frecuentes que provocan fallos en las juntas de elastómero.

Sobrepresión

Las juntas de tapa de culata suelen colocarse en la tapa de la culata, que puede ser de plástico o aluminio. Si se aplica una sobrepresión a la junta, esta trabaja a tracción, pudiendo llegar a agrietarse. El apriete de este tipo de juntas oscila entre los 8 y 12 nanómetros. En el caso de apretarse los tornillos sin utilizar una dinamométrica, este puede llegar a los 25 Nm.

Posición incorrecta

La tapa puede estar colocada de forma incorrecta de forma que, al realizar el apriete de la junta fuera del encaje, la tapa reaccionaría como una cizalla, llegando a cortar la propia junta.

Elementos de fijación en mal estado

Es fundamental que las tuercas de unión de las tapas se mantengan limpias, para eliminar los restos de óxido, prestando especial atención a la parte central. En esa zona se sellan las juntas, pudiendo llegar a perder aceite si no están limpias.

Aplicación errónea

Existen varios tipos de junta de tapa de culata para un mismo motor, las cuales pueden modificarse en diseño o material. En este sentido, las juntas son similares en contorno pero resultan diferentes en diseño y sección, debiendo montarse cada una en una tapa de culata distinta.

Aplicar sellantes

El diseño de las juntas de tapa de culata impide que el aceite escape entre la culata y la tapa. En caso de aplicarse un sellante en zonas no recomendadas por el manual del taller del vehículo, este puede provocar la pérdida de dicho aceite.

Para asegurar una correcta estanqueidad, los expertos de Ajusa recomiendan limpiar la zona para evitar suciedad en la culata y desmontar la tapa siguiendo las indicaciones del fabricante. A continuación, se aplica sellante en las zonas en las que resulte necesario y posteriormente se introduce la junta en la tapa hasta posicionarse de forma correcta. Finalmente, se debe aplicar el par de apriete tal y como señala el manual del taller del vehículo.