Tras un día conduciendo bajo la lluvia o después de noches frías, es frecuente que queden empañados los dispersores de los faros de cristal transparente. Para evitarlo, las ventilaciones permiten que el aire caliente se expulse fuera de los faros conectados.

Normalmente, tras la desconexión, el faro se enfría poco a poco y el aire saturado de humedad pasa al interior del faro. Sin embargo, es posible que, en caso de situaciones de mucha humedad ambiental o grandes diferencias de temperatura en el interior del faro, se produzca una condensación en la parte interior del dispersor (empañamiento).

Para solucionar este tipo de problemas, Hella publica un artículo en el que indica que, en primer lugar, es necesario secar la superficie de salida con la función de la luz conectada. El tiempo de secado puede variar atendiendo a la temperatura ambiente y la humedad relativa.

Asimismo, el empañamiento también es frecuente en los faros con dispersor perfilado en los que la película de agua condensada no es tan evidente como en los de cristal transparente.

Por otro lado, la enseña apunta que si el sistema de iluminación se empaña tanto que se forman gotas de agua en el dispersor o si se acumula agua en la parte inferior del faro, deberán realizarse los pasos que se señalan en el diagrama de errores. No obstante, hay que comprobar que no se haya producido una obturación de las aperturas de ventilación del faro.

Finalmente, el artículo subraya que para secar la zona puede soplarse el faro con aire comprimido sin contenido de aceite. Hella, además señala que todas estas medidas son válidas también para las lámparas.