Para conseguir su objetivo de vender un gran número de vehículos eléctricos e híbridos de forma rentable en los próximos años, Volkswagen ha llegado a la conclusión de que tiene que conseguir autoabastecerse de baterías, con lo que reduciría el precio de venta y no perdería margen de beneficio.

Por eso, según ha publicado el diario alemán Handelsblatt, la compañía está estudiando invertir más de 10.000 millones de euros en la construcción de su propio complejo de baterías, que son el elemento más caro e importante de los coches electrificados.

La estrategia de poner en su punto de mira los coches ecológicos se debe a varios factores, entre ellos tratar de limpiar su imagen tras el escándalo de las emisiones y hacer frente a Tesla.

El fabricante alemán pretende comercializar 20 modelos eléctricos hasta 2020 y llegar al millón de unidades vendidas en 2025. “Perseguimos un gran éxito, que nos sitúe a la cabeza de la industria”, comentan fuentes de Volkswagen al diario germano.

Para ello, la firma presentará “en breve” una propuesta que suponga el punto de partida de su propia gigafactoría, sobre la que no ha decidido aún si su ubicación final estará en Alemania, Europa del Este o Asia.

Tesla, por su parte, lleva varios años trabajando en su fábrica, para cuya construcción se ha destinado un presupuesto de más de 4.000 millones de euros y desde donde construirán todos los componentes de sus vehículos.

Al respecto, según ha informado Faconauto, la firma estadounidense inaugurará la planta el 29 de julio, aunque no esté acabada.

De hecho, hasta mayo apenas se ha terminado el 14% del complejo de baterías, y espera terminar las obras en 2020. Ese año Tesla también pretende producir más baterías de ion-litio que las producidas en el mundo entero en 2013.