El procedimiento correcto para inspeccionar el grosor de los rotores de los discos de freno es una de las muchas tareas que han de realizar los profesionales del taller, para los que Ferodo ha elaborado este videotutorial con consejos y sugerencias. En primer lugar, hay que desmontar la rueda. A continuación, hay que inspeccionar visualmente el disco en busca de estrías, grietas o puntos azules. Si se ve algo que no está bien, como por ejemplo grietas, hay que sustituir el disco de freno, así como las pastillas.

Lo segundo que tiene que hacer el profesional es medir el grosor usando un micrómetro. Para un resultado más preciso, es preciso medir en ocho puntos diferentes en torno a la superficie de fricción del rotor. Para asegurarse de la exactitud, marque los puntos de 1,5-2,0 cm desde el borde exterior del disco de freno.

Sustituya el disco si cualquiera de estas mediciones difiere del promedio 0,025 mm o más o el grosor del disco es inferior a la especificación requerida. Puede encontrar fácilmente el grosor mínimo especificado en la circunferencia del disco.

Antes de instalar discos de freno nuevos, compruebe si el descentramiento lateral del buje está dentro de la especificación. Si detecta descentramiento, es posible que el buje se haya contaminado.

Con independencia de la razón para extraer el rotor, debe limpiar siempre el buje. Apretar incorrectamente los tornillos y tuercas de rueda, con unos valores de par erróneos, también podría provocar descentramiento lateral.

Es importante que cada vez que instale discos de freno nuevos, instale también pastillas de freno nuevas. Evite frenar bruscamente los primeros 200 km, a ser posible.

Modere la presión en el pedal de freno durante las primeras aplicaciones. Así obtendrá el mejor rendimiento de los frenos a largo plazo.

Use siempre una llave dinamométrica para apretar las tuercas de rueda.