Desde hace 70 años, cuando Georg Schaeffler revolucionó la tecnología de los rodamientos, hasta hoy, se han vendido más de 100.000 millones de rodamientos de aguja de la marca alemana. La idea era mejorar el guiado de las agujas en los rodamientos utilizando una jaula. Las primeras pruebas prácticas se realizaron en febrero de 1950. Los resultados fueron convincentes: los componentes mostraron un desgaste y un rozamiento extremadamente bajos. La solicitud de patente, en septiembre de 1950, sentó las bases para el éxito del producto. En febrero de 1951, justo un año después del primer prototipo, se obtuvieron los primeros pedidos de producción en volumen de los fabricantes de automóviles, a los que seguiría su utilización en aplicaciones industriales.

Para Georg F. W. Schaeffler, accionista familiar y presidente de la Junta de Supervisión, la innovación de su padre sentó las bases para el rápido crecimiento de la empresa. “El rodamiento de agujas guiadas por jaula es una de las innovaciones más importantes en la historia de nuestra empresa como proveedora de los sectores de la automoción e industrial", afirma.

Con su invención, Schaeffler eliminó serias desventajas que presentaban los rodamientos de agujas sin jaula utilizados hasta entonces e hizo posible alcanzar velocidades considerablemente más elevadas con menos rozamiento, de forma que mejoró significativamente el rendimiento de otros desarrollos en la industria del automóvil, por ejemplo. En esta, los rodamientos de agujas supusieron una contribución inestimable al progreso de automóviles pequeños, asequibles y de alto rendimiento.

En este sentido, Matthias Zink, CEO de Automotive Technologies en Schaeffler, apunta que “sin rodamientos de agujas fiables, las modernas unidades propulsoras de la automoción seguirían siendo inconcebibles hoy en día”. También se ha ido implementado gradualmente el uso de rodamientos de agujas en la ingeniería mecánica y de plantas, en la maquinaria agrícola y de la construcción, y en la tecnología de transporte.

En el futuro, los rodamientos de agujas seguirán desempeñando un papel clave en temas como la e-movilidad, donde son vitales para el funcionamiento de numerosas transmisiones electrificadas. Las coronas de agujas facilitan la disposición de los rodamientos con un espacio constructivo mínimo, tienen gran capacidad de carga y son económicos. Los rodamientos de agujas KZK (jaulas de muñequilla de cigüeñal) se utilizan, por ejemplo, en los ejes eléctricos con diseño coaxial. Un ejemplo de aplicación es la unidad propulsora de eje eléctrico de Schaeffler, que se produce para el Audi e-tron desde 2018.

También en la industria, donde su utilización permite ejecuciones de articulación ligeras y compactas mediante la reducción de su tamaño (downsizing). Los rodamientos de agujas proporcionan una variabilidad mínima y el máximo nivel de seguridad.

Su evolución a lo largo de estos 70 años ha dado como resultado que la duración de los actuales rodamientos de aguja se ha multiplicado por 15 y se ha triplicado su capacidad de carga estática. La densidad de potencia, que ha mejorado gracias a la corona de agujas, ofrece un considerable potencial de reducción del tamaño. Igualmente, ha aumentado la variedad de tipos y en la actualidad comprende más de 15.000 variantes para satisfacer una gran variedad de requerimientos. Como curiosidad, señalar que la longitud del alambre que se utiliza en la producción de 60.000 millones de agujas anuales bastaría para dar 18 veces la vuelta al ecuador de la Tierra. Cada día se producen unos 170 millones de rodamientos de agujas a partir de este alambre.