Concesionarios | La posventa en 2025: así influirán el eléctrico, autónomo, compartido y ADAS nivel 3

José Manuel López, director comercial de MSI Insight, analiza las oportunidades y riesgos para la posventa de las nuevas formas de movilidad y tecnologías.

¿Cómo afectará a la posventa el vehículo eléctrico? ¿Y el compartido o el autónomo? ¿O los mucho más cercanos de implantación sistemas ADAS de nivel 3? José Manuel López, director comercial de MSI Insight, analizó en el fastworkshop "El potencial del parque y la posventa" del pasado Congreso&Expo de Faconauto todas estas cuestiones, basando sus argumentos en el parque circulante y su influencia en la posventa.

"Cuesta mucho vender un vehículo nuevo, un vehículo usado, pero ahí no queda todo. Queda la posventa. Es donde nos la jugamos, donde le fidelizamos y donde nos va a recomendar. Tenemos que tener herramientas y personas que gestionen esta línea de negocio para que nos proporcione ingresos", comenzó su ponencia José Manuel López, para quien hay oportunidades en la posventa y solo es necesario "posicionarse en estas nuevas formas de uso del vehículo".

Así se deduce de los resultados de una encuesta realizada a 30 empresas de posventa, incluidas aseguradoras, cadenas de talleres, concesionarios oficiales, empresas de lubricantes, etc. sobre cómo creían que será la posventa del futuro. Y las conclusiones no son tan catastróficas como se suelen pintar. "Con todos estos factores, en 2025 bajaría la facturación del parque el 2,5%", aseguró este experto, por lo que "prácticamente no se notaría".

En concreto, la implantación del 10% más de eléctricos en el año 2025, un escenario muy posible y realista, no afectará a matriculaciones, al volumen de parque, a la movilidad ni a los talleres de chapa y pintura, pero sí a la mecánica y mantenimiento del vehículo, que puede descender hasta el 70% en 2025, aunque daría otro tipo de oportunidades para la posventa, según explicó José Manuel López.

Por su parte, el 5% más de coches compartidos en 2025 impactaría negativamente en las matriculaciones y en el volumen de parque, pero no en los talleres de chapa y pintura ni en la movilidad, mientras que las operaciones de mantenimiento podrían aumentar el 40% de ese parque de vehículos compartidos porque están en constante movimiento, hacen muchos más kilómetros y tendrán un mantenimiento más exhaustivo que el vehículo unifamiliar.

En un escenario en el que el 55% de parque circulante tuviera ya ADAS de nivel 3 no afectaría en matriculaciones de nuevos, en volumen de parque y en movilidad, pero habría menos accidentes por ser coches más seguros, descendiendo el 35% de trabajo para talleres de chapa y pintura. En cambio, la mayor tecnología de este tipo de vehículos podría aumentar el 20% las operaciones de mecánica y mantenimiento, con lo cual la factura de posventa sería mayor, con gente más preparada y facturas más costosas.

Por último, si en 2025 tuvieramos el 5% de coches autónomos, las matriculaciones, movilidad y parque no se verían afectados, pero los talleres de chapa y pintura perderían el 70% de trabajo al haber menos siniestros por las ayudas a la conducción. Los mantenimientos, por el contrario, aumentarían el 40% la factura de posventa por la mayor tecnología.

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