El Gobierno francés, a través de la Dirección General de Competencia, Consumo y Control del Fraude (Dgccrf), ha exigido a Tesla que detenga sus prácticas comerciales engañosas o se arriesgue a una multa de 50.000 euros diarios en caso de incumplimiento en un plazo de cuatro meses.
En una investigación realizada entre 2023 y 2024, se determinó que Tesla había cometido diversas irregularidades perjudiciales para los consumidores y contrarias a la ley. Entre ellas, se encontraba la firma de contratos de compraventa sin especificar fecha, plazo o lugar de entrega del vehículo, así como la falta de información sobre el pago a crédito.
Además, la compañía de vehículos eléctricos había llevado a cabo prácticas de marketing engañosas en relación con la capacidad de conducción autónoma de sus vehículos y la disponibilidad de ciertas opciones y ofertas de intercambio de vehículos.
Otra de las prácticas cuestionadas fue la falta de información sobre las modalidades de entrega, incluida la ubicación, y la demora en el reembolso de los pedidos en los plazos establecidos para el derecho de desistimiento de los consumidores.
Ante esta situación, la Dirección de Consumo ha dado un plazo de cuatro meses a Tesla para que cumpla con la normativa vigente. En caso de no hacerlo, se impondrá una multa diaria de 50.000 euros debido a la gravedad de las prácticas detectadas.