Los conductores podrán controlar las luces de los modelos Opel del futuro con sus propios ojos. Así se resume el avance que acaba de realizar la marca alemana sobre sus desarrollos en iluminación de vehículos: la tecnología de seguimiento ocular, que permitirá controlar así la dirección e intensidad del haz de luz mientras se circula.

De este modo, el constructor anuncia una tercera generación del sistema de iluminación adaptativa para coches. Llegará para tomar el relevo del actual AFL+ con faros bixenón y 10 funciones, disponible para la mayoría de modelos de la gama Opel, así como del próximo sistema matricial de iluminación led, que se empezará a montar en breve.

Según explica la marca, su propósito siempre ha sido el de desarrollar un sistema sencillo que se adecuara a su uso en un vehículo fabricado en serie. Por eso, a diferencia de otros dispositivos similares, el de Opel emplea una sola cámara equipada con sensores infrarrojos periféricos y fotodiodos centrales que permiten escanear los ojos del conductor más de 50 veces por segundo.

Gracias a un procesamiento de datos optimizado, los actuadores de los faros reaccionan instantáneamente para efectuar ajustes tanto horizontales como verticales.

Para evitar el problema de los constantes saltos del ojo humano, el sistema emplea un algoritmo de retardo que garantiza un movimiento fluido para el haz de luz, que evita a su vez ejecutar los mencionados saltos.

Opel asegura que el sistema funciona perfectamente con cualquier persona detrás del volante, sin importar su tamaño. Incluso si el conductor se distrae momentáneamente y deja de mirar la carretera, la iluminación se proporciona siempre en el sentido de la marcha. Esto se debe a que la luz de cruce se programa para asegurar un grado mínimo de iluminación adecuada.