Concesionarios | Ganvam debate los mitos de la nueva movilidad, convencida del "cambio de era que vive el sector"

El actual sistema de etiquetas medioambientales se ha calificado como mejorable y se ha instado a su revisión. El sector reconoce que las políticas de movilidad se hacen sin tener en cuenta la opinión del usuario.

Ganvam ha celebrado una jornada en la que se debaten los mitos de la nueva movilidad
Fernando Miguélez expuso las “convicciones” que desde la patronal tienen acerca de la nueva movilidad

Durante la jornada “Movilidad: realidad, mitos y mentiras” que la patronal de la distribución de vehículos, Ganvam, ha organizado en Madrid en colaboración con la consultora NTT Data, el director general de Ganvam, Fernando Miguélez, expuso las “convicciones” que desde la patronal tienen acerca del nuevo modelo que ha traído consigo “el cambio de era que vive el sector”.

“El cambio de mentalidad de los ciudadanos está acelerando la transformación hacia la movilidad, y estos deberían ser los que marquen el ritmo de la descarbonización. La reinvención del modelo de distribución, los retos de descarbonización y las diferentes herramientas de las que disponemos para afrontarlos, así como el aumento de los desplazamientos en detrimento de la propiedad, son algunas de las realidades que ya estamos viviendo y que vamos a analizar y medir de aquí en adelante”, señaló Miguélez durante su intervención.

El encuentro ha actuado como foro en el que distribuidores, fabricantes (representados por el director general de Anfac, Jose López-Tafall), concesionarios (representados por el secretario general de la Asociación de Concesionarios Mercedes-Benz, Borja Llordén), empresas de renting (representados por el presidente de la AER, José-Martín Castro) e industria de la movilidad eléctrica (representada por el director general de Aedive, Arturo Pérez de Lucia) han analizado el impacto de la transición ecológica y digital en la automoción.

Si bien la revolución en la automoción viene de la mano del “vehículo eléctrico, conectado y autónomo”, tal y como ha señalado Arturo Pérez de Lucia, uno de los mayores retos a los que se está enfrentando sector es el de la descarbonización. Para la asociación de movilidad eléctrica tenemos que cumplir con las exigencias para alcanzar la neutralidad climática, pero “ofreciendo al cliente lo que realmente quiere”.

En este sentido, los representantes de las distintas asociaciones han coincidido en que el vehículo particular no da respuesta a todas las necesidades de movilidad de los clientes, por lo que es imprescindible ofrecer flexibilidad. Sin embargo, tal y como ha incidido Borja Llordén, el reto estará en “rentabilizar estos modelos de movilidad flexibles”.

José López-Tafall, señaló que “las marcas tienen que cambiar su modo de producir coches y las redes de concesionarios también tienen que adaptarse a los nuevos servicios de movilidad”, pues el desafío es responder a las necesidades de los usuarios al mismo tiempo que cumplimos con las exigencias marcadas por los retos de descarbonización"

El asunto de las etiquetas

Por otro lado, se puso sobre la mesa el debate acerca de la actual oferta de movilidad y si esta responde realmente a las necesidades de los usuarios. Para dar respuesta esta cuestión intervinieron el coordinador de movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Federico Jiménez de Parga; el coordinador del Mobility Institute (RACC-Deloitte), Ricard Casalins; el jefe de flotas, LCV, remarketing y valores residuales de Hyundai, Damian Tokmayier y el director de desarrollo de negocio grandes cuentas de Caser, Fernando Martín Ponce, quienes también trataron el papel que juega el vehículo privado en las políticas de movilidad en un contexto en el que se aspira a devolver al ciudadano el “espacio acaparado por los coches”.

Ricard Casalins, destacó que “el 30% de los usuarios en las grandes ciudades no están satisfechos con la oferta de movilidad”, la cual consideran que no responde correctamente a sus necesidades.

Ante este dato, el coordinador general de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, defendió la “libertad de opciones de movilidad”, sin obligar a los usuarios a cómo deben desplazarse, sino dándole el mayor abanico de opciones para así responder a las necesidades de movilidad individuales de cada ciudadano. Además, destacó que el sistema actual de etiquetas medioambientales es “manifiestamente mejorable” y propuso una revisión del sistema, en lo que coincidieron el reto de participantes del evento.

En este sentido, los ponentes también coincidieron en que una hoja de ruta eficaz hacia la neutralidad climática debe respetar el principio de cohesión social y, por tanto, garantizar una movilidad asequible y accesible a todas las rentas, en la que el vehículo sea una extensión de la libertad individual y no un bien de lujo al alcance de unos pocos.

Así, impulsar la renovación del parque se convierte en punto clave para cumplir con estos objetivos, si bien el planteamiento tradicional de incentivo al achatarramiento a cambio de la compra de otro vehículo debe ampliarse e incorporar también -siguiendo el ejemplo de la Comunidad de Madrid- otras fórmulas que permitan a los ciudadanos beneficiarse de ayudas a la movilidad eficiente. En concreto, incentivos a cambio de monederos de kilómetros canjeables en las diferentes soluciones de sharing reducen los vehículos en circulación y liberan espacio público.

Fernando Martín Ponce, destacó que “el ciudadano tiene que estar en el centro en el modelo de movilidad. Hay que dar respuestas a sus necesidades y prevenir las que va a tener para que pueda continuar con su movilidad y optimizar su tiempo”. De esta manera, el carsharing también se alza como solución de movilidad atractiva por su flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades, pero no solo en entornos urbanos, también en los rurales, siendo un complemento al transporte público.

Para Damian Tokmayier, “hay un cambio de paradigma. La gente cada vez demanda una forma distinta de movilidad, dependiendo de sus necesidades particulares y debemos adaptarnos a ello, no solo en las grandes ciudades”. Precisamente, en este contexto donde el pago por uso y la conectividad se imponen, la automoción en general y la distribución en particular se enfrenta a un cambio de modelo en el que, -según datos de Ganvam- en 2030, solo el 25% de las matriculaciones se destinarán a compradores particulares.

Este desplazamiento de las compras de automóviles nuevos por parte de particulares hacia las flotas y empresas traerá consigo el abaratamiento de los servicios de movilidad compartida como consecuencia de una mayor tasa de utilización de los vehículos, lo que tendrá un impacto positivo en la posventa y en el mercado de ocasión, que se convertirá en el negocio principal de los distribuidores ante la tendencia a la venta directa por parte del fabricante.

Y es que el aumento de la movilidad compartida, donde los vehículos tienen una alta tasa de renovación, permitirá mejorar la calidad del mercado de ocasión, ampliando la oferta de modelos jóvenes y aumentando el protagonismo del vendedor profesional sobre el particular.

De igual forma, este ecosistema de movilidad compartida será posible gracias a la conectividad, lo que pone en el disparadero el debate del acceso al dato. La conectividad debe aportar valor real al usuario a través de la recopilación de datos, pero los ponentes de la jornada coincidieron en la importancia de gestionarlo adecuadamente para que su uso responda a las necesidades reales de movilidad.

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